Las gentes

Hoy presenta su cuaderno Rubio Yolanda Díaz, la ministra del extraño prestigio

QUE el Gobierno se pelee es bueno para los periódicos, aunque supongo que no para España. Hoy presenta su cuaderno Rubio la ministra del extraño prestigio. Miedo me da. Vale, la maldad da más miedo que la cursilería, pero lo de Yolanda Díaz es muy inquietante. De esa boca salen cosas como esta: «desde el cuidado que profeso a una coalición que quiero...». Pero, pero, pero. Es un lenguaje como el de las cartas cuando éramos pequeñas: «al recibo de esta, espero que te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios». Pero en neocursi.

Lo más parecido a un partido que tiene detrás Díaz es un sindicato. En su caso, cecé oó, que diría Urdaci. El miércoles, CC.OO. y UGT se echaron a las calles (o a las puertas de la CEOE) y el líder de UGT advirtió de un otoño lleno de movilizaciones. Hoy no, mañana, a la manera de Mota. ¿Que nos amenazan con que vamos a entrar en una situación de crisis? «¡Que se vayan a hacer puñetas! ¡Vamos a disfrutar del verano porque es nuestro, porque nos lo hemos ganado!». Un poco Miguel Ligero en ‘Nobleza baturra’. Con su burro por la vía del tren y oyendo los pitidos: «Chufla, chufla, que como no te apartes tú...».

En su fabla, la ministra del extraño prestigio también habla de «las gentes», que suena como decir «la mar» siendo de Valladolid. No estuve en el Real cuando el bis del ‘Va pensiero’. Pero ya he escrito que en poco tiempo he visto una ‘Tosca’ en Madrid con un bis del ‘Vissi d’arte’ (Sondra Radvanovsky) y una ‘Tosca’ en Nápoles con un bis de Jonas Kaufmann de ‘E lucevan le stelle’. No puede ser cierta tanta excelencia. Y tan a menudo. Me da que a «las gentes» les gustan esas arias y quieren que se las canten otra vez. Y los cantantes (otra cosa es Netrebko) les dan el gusto. Por vanidad, para que se callen, por lo que sea.

«Sé que el presidente y yo misma buscaremos todas las fórmulas imaginativas para alcanzar un acuerdo en el presupuesto de defensa. Pero también para que las gentes en mi país no sufran más. Mando un mensaje desde Italia: más coalición que nunca». ¿Desde Italia? Lo mandó desde Raticulín, que rima con jolín.