ABC (1ª Edición)

Yolanda Díaz, sumar... o restar

A la hora de la verdad, la izquierda no tumbará a Sánchez. Lo echarán de La Moncloa sus socios de EH Bildu y Esquerra Republican­a

- JOSÉ MARÍA CARRASCAL

MUY satisfecha se declaraba la progresía española con el desgarrón que Vox causaba al Partido Popular, pero resulta que las grietas se abren ahora en la izquierda. Sumar, la plataforma que la vicepresid­enta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, acaba de lanzar, ¿contra quién va? Ella lo llama «un nuevo contrato social», como el de Rousseau, contra los «hiperricos, que tienen que aportar como todo el mundo, no siendo justo que el 80 por ciento del IRPF esté soportado por los trabajador­es», más viejo que Carlos Marx.

Creíamos que ese era el papel de Unidas Podemos, junto a los demás grupúsculo­s que apoyan al Gobierno de Pedro Sánchez. Y como no es de suponer que Yolanda Díaz busque el voto de los superricos, tendrá que buscarlo en ese batiburril­lo de la izquierda, bastante depauperad­o, por cierto, según vimos en las últimas elecciones andaluzas. No bastándole, buscará entre las migajas que quedan de Ciudadanos y, sobre todo, en el Partido Socialista. Con lo que se completa el bucle de esa señora, cuyo mayor atractivo es el amplio guardarrop­a que exhibe, siempre adecuado a cada ocasión. Y explica el escaso entusiasmo que despierta en Pablo Iglesias, que se ha limitado a desearle «buena suerte», como a quienes antaño se embarcaban para ‘hacer las Américas’.

Complica las cosas que hay serias discrepanc­ias en el bloque a la izquierda del Partido Socialista. Sobre todo en asuntos como aumentar los gastos de defensa, a lo que Unidas Podemos se opone, y Sánchez no tiene más remedio que cumplir por haberlo prometido a la Alianza Atlántica. En caso de que no lo haga, peligran los fondos europeos. Aunque lo que de verdad peligra es el Frankenste­in que montó para alcanzar el cargo de presidente del Gobierno y mantenerse en él, que hoy empieza a ser chatarra. La señora Díaz, curiosamen­te, evita pronunciar­se sobre el asunto, buscando el apoyo de la ‘sociedad civil’, recurso tan facilón como gastado. Puede que cace algún voto de resentidos, buscavidas y despistado­s. Pero lo único seguro es que, hoy por hoy, la implosión de un partido, y ésta es la segunda de Podemos, no aumenta sus votos, sino que los reduce. Aunque, por cabreados que estén sus votantes, a la hora de la verdad, la izquierda no tumbará a Sánchez, como a Mariano Rajoy, por la cuenta que le tiene. De nadie podrán esperar tantos favores. A Pedro Sánchez lo echarán de La Moncloa sus socios de EH Bildu y Esquerra Republican­a, ya por no darles lo que quieren ya porque le han sacado cuanto podían sacarle. O el Partido Popular si no se equivoca, naturalmen­te.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain