Rybakina, historia para Kazajistán
► Nacida en Rusia, pero nacionalizada kazaja, gana ante Jabeur su primer Grand Slam
Celebra Elena Rybakina (Moscú, 23 años) el mayor triunfo de su carrera, por el momento, a sus pies la pista central de Wimbledon tras un partido de paciencia y resurgimiento ante Ons Jabeur, una final en la que ambas eran novatas. Se convierte en la ganadora más joven desde Petra Kvitova, en 2011, pero hace historia también por nacionalidad, primer título grande para Kazajistán.
Rybakina defiende esta bandera desde 2018, pero nació en Rusia y sus primeros pasos como tenista fueron como rusa. Es la anécdota de este Wimbledon que prohibió la participación de jugadores rusos y bielorrusos para mostrar su rechazo a la invasión sobre Ucrania y tiene una campeona que se formó como jugadora y disputó torneos hasta la categoría júnior en ese país. Para Kazajistán, 19 millones de habitantes, es uno de los mayores éxitos deportivos de su historia, y también para Bulat Utemuratov, multimillonario –se estima un patrimonio de 2.400 millones de euros–, presidente de la Federación de Tenis y principal valedor de esta apuesta por ‘repescar’ jugadores rusos con talento, pero sin opciones de becas en el país vecino. Rybakina es el mejor resultado, por ahora, aunque otros que también se han hecho un hueco en el tenis son Alexander Bublik, Mikhail Kukushkin y Yulia Putintseva.
Rybakina ha tenido que explicar este cambio de país muchas veces estos días: «Creyeron en mí y me apoyaron todo lo posible para que continuara jugando al tenis y mejorara cada día». Como rusa disfrutó de la gimnasia y el patinaje artístico, pero era demasiado alta (1’84) y se cruzó el tenis. A los 18 años, la jugadora se debatía entre seguir estudiando y profesionalizarse y en casa las cosas, económicamente, no eran estupendas. Tampoco había, como en ninguna otra carrera, certezas de que funcionara lo del tenis o de que una lesión no pusiera en peligro la inversión. Y llegó Kazajistán, en el momento perfecto. «Ellos buscaban una jugadora, yo buscaba ayuda. Fue una buena combinación».
Le debe mucho a unos y a otros, pero el sentimiento no siempre es posible explicarlo. «Nací en Rusia, pero represento a Kazajistán. He jugado con esta bandera en la Copa Billie Jean King y en los Juegos Olímpicos. Es difícil para mí explicar lo que siento».
Como tampoco tenía palabras ayer, con el trofeo de campeona de Wimbledon, un torneo que ha conquistado con tenis y empeño: batió a Coco Vandeweghe, Bianca Andreescu, Qinwen Zheng, Petra Martic, Ajla Tomljanovic y Simona Halep. Y en la final, a una Ons Jabeur que venía revolucionada porque de tenis era la más capaz del circuito tras la derrota de Iga Swiatek. Pero le pudo la presión a la 2 del mundo y, punto a punto, Rybakina se hizo enorme. Campeona de Wimbledon. Para Kazajistán.