Aitana Bonmatí asume el mando
► Sin Alexia Putellas ni Jenni Hermoso, la catalana lidera la selección española
Las lesiones de Jenni Hermoso y Alexia Putellas le han obligado a asumir los galones de España en este Europeo. Acostumbrada a remar contra corriente, Aitana Bonmatí (Sant Pere de Ribes, 1998) acepta el órdago y lo demostró ante Finlandia, en el debut de la selección. Anotó el gol que ponía por delante al combinado nacional y fue nombrada MVP del choque. «Cuando te dan premios así siempre gustan. Pero lo importante hoy es cómo ha rendido el equipo. Lo hemos sabido sacar adelante después de la semana que llevábamos, que no ha sido fácil mentalmente», aseguraba la jugadora del Barça, clave en el triplete azulgrana de 2021.
No lo dudó en cuanto el balón superó a Korpela. Salió corriendo hacia la banda para abrazarse a Alexia, que saltaba sobre una pierna celebrando el gol de su compañera. MVP de la final de la Champions ganada ante el Chelsea, asume que debe convertirse en la estrella de la selección. «No me tiemblan las piernas. Juego al fútbol porque me gusta, porque es mi pasión. Y lo llevo haciendo desde hace muchos años. Todas sabemos de la baja tan importante que es la de Alexia, pero aquí hay jugadoras con mucho nivel que lo venimos demostrando desde hace tiempo», aseguraba tras derrotar a Finlandia. «Es hora de dar un paso adelante, no solo yo sino todas», añadía.
Aitana Bonmatí llegó al Barcelona con 13 años para formar parte de el equipo juvenil y del cadete. Hasta entonces tuvo que jugar con niños, dejando claro que la calidad no entiende de sexos. Siempre ha demostrado tener las ideas muy claras, derribando barreras y plantando cara a las adversidades. «Desde que supe que debía gestionar las emociones y saber hacer frente a las adversidades, decidí ir la psicólogo y ha sido fundamental en mi carrera», desvela la centrocampista, que advierte: «Si no funciona la cabeza, nada funciona».
Rebelde con causa, no duda en servirse de las redes sociales para posicionarse en cuestiones políticas o sociales, al tiempo que demuestra una férrea personalidad. Como en el último partido de la Primera Iberdrola, con el Barcelona ya campeón enfrentándose al Atlético de Madrid. Una derrota azulgrana privaba al Real Madrid de poder disputar la Champions, lo que alimentó el morbo en la previa. Pero lo desmontó la catalana al derribar a la rojiblanca Ajibade al borde del área, lo que le valió la roja directa, pero evitó el gol rojiblanco. «Yo no he salvado a nadie. Yo solo quería que mi equipo ganara y hacer el récord. La liga perfecta: 30 de 30. Era lo único importante hoy. Mi responsabilidad es defender el escudo que traigo y darlo todo hasta el último segundo de cada partido. Somos un equipo competitivo y éstos son nuestros valores», se defendió en su perfil.
No es el único alegato que ha realizado, al igual que presume de la valentía de sus progenitores. Bonmatí es el nombre de su madre, que logró que Aitana fuera una de las primeras niñas en España en llevar el apellido materno. «Mi madre lo tenía claro y se ha encontrado con un hombre, como mi padre, que siempre ha sido un luchador en todos los ámbitos», explica. Ella también pelea por cambiar un mundo mayoritariamente masculino: «Quiero ser un referente también para los niños, eso romperá la idea de que el fútbol es cosa de hombres», asegura. Alemania es la siguiente parada.