‘The Split’, una serie adulta y normal
► Filmin estrena el martes la tercera y última temporada de esta joya contemporánea de la BBC
Hannah Stern (Nicola Walker), la protagonista de ‘The Split’, sigue caminando por el Millennium Bridge de Londres (de Foster and Partners) que une sobre el Támesis la zona de Bankside con la City. Va camino de su despacho, como en las dos anteriores temporadas. El martes 12 de julio, Filmin estrena la tercera y última.
La galesa Abi Morgan es la guionista y creadora. También estaba detrás de la serie ‘The hour’ o de las películas ‘La dama de hierro’ y ‘Shame’. Con ‘The Split’ empezó en 2018. Una joya contemporánea y adulta de la BBC. Adulta de tramas, con bolígrafos buenos y mucha diversidad racial. Lo razonable hoy, no en ‘Los Bridgerton’. Una ficción sobre una familia de abogadas matrimonialistas apellidadas Defoe, como el autor de Robinson Crusoe. Madre y tres hijas (hay una que no es abogada, ni nada).
Al principio, en el nuevo despacho sólo está Hannah, las otras tienen su bufete familiar. Es una serie contemporánea de las de toda la vida. Con el encanto de las series normales, esas que a veces desprecian quienes escriben, no tanto quienes las ven. Como si las televisiones generalistas, al menos las de fuera, hubieran dejado de hacer magia en la pequeña pantalla. Y siguen haciéndola tanto la BBC en Gran Bretaña (citemos ‘Line of duty’) como la NBC en Estados Unidos, porque no hay serie mejor que ‘Ley y orden: Unidad de Víctimas Especiales’, de Dick Wolf. Siempre superior con Mariska Hargitay al frente que cualquier advenediza que se ponga de moda.
Lo privado y lo público
En ‘The Split’ hay casos profesionales y los propios problemas personales de sus protagonistas. Escándalos públicos con nuevas tecnologías, secretos e infidelidades. Eutanasia, trasplantes, maternidades subrogadas y maternidades que no se quieren. Ese Londres de hoy donde puedes comprar un paño de cocina por 600 euros, como la mujer de Boris Johnson. Pero seguramente eso no lo haría Hannah, pese a casoplón y su gabardina de 800 euros. Quizá sí se lo haya comprado
Nicola Walker es, junto a Suranne Jones y Sarah Lancashire, una de las grandes actrices británicas
la gran (en todos sus significados) Anna Chancellor, que sigue siendo la pérfida abogada rival (la contrata el ex de Hannah para el divorcio). No es destripar nada. Tampoco anunciar que la madre tiene un pódcast esta temporada. Qué divorcio sin la tía Juana.
Nicola Walker es, junto a Sarah Lancashire y Suranne Jones, una de las grandes actrices británicas de hoy. Walker es también una enorme actriz de teatro. Acaba de representar en Londres ‘The Corn is Green’, haciendo de Lilly Moffat, como Bette Davis en ‘El trigo está verde’, la película de 1945. No me pregunten por qué aquí ‘corn’ se tradujo como ‘trigo’ y no como ‘maíz’ porque no tengo ni idea. Nicola Walker es, sobre todo, la actriz (como Lancashire) de ‘Last Tango in Halifax’, de Sally Wainwrigh, escritora que en España es más conocida por ‘Happy Valley’ o la ya acabada ‘Gentleman Jack’. En nuestras televisiones no se ha puesto ni ‘Last Tango in Halifax’ ni ‘Unforgotten’ (la serie de policías y crímenes antiguos), pero sí ‘Annika’ (AXN), donde Nicola Walker interpreta a una irónica e intuitiva jefa de la Unidad de Homicidios Marinos en Glasgow. Habla a la cámara, como Suranne Jones en ‘Gentleman Jack’. Pero no molesta. Nicola Walker se arregló los dientes de una temporada a otra de ‘Last Tango in Halifax’. Pero ya está. Mientras Sarah Lancashire ha engordado y sigue haciendo sus series, Walker exhibe su profundo surco nasogeniano. Señoras de mediana edad que no necesitan retoques.
‘The Split’ en su tercera entrega vuelve a tener el buen gusto británico de los seis capítulos. Me alegro de haberlos visto para escribir (un privilegio). Pero tengo envidia de ustedes.