Chile abre una investigación para desvelar el misterio de los aviones venezolano-iraníes
Un avión de Conviasa, con el que Maduro fue a Irán, ha viajado a Chile en 13 ocasiones en lo que va de año
El misterio de los aviones venezolano-iraníes va ocupando cada vez más parte del territorio sudamericano. La polémica, que comenzó poco más de un mes atrás como un conflicto que afectaba solamente a Argentina y a Uruguay, se ha ido extendiendo a distintos países y escalando en magnitud. Ahora también ha llegado hasta Chile, que el martes pasado creó una comisión especial con el objetivo de investigar los curiosos movimientos de una nueva aeronave del mismo origen que la primera.
En estos días se ha descubierto que un avión perteneciente a la empresa Conviasa viajó a Buenos Aires al menos en cuatro oportunidades este año y a Chile 13 veces en total, según ha informado la prensa argentina. Uno de los datos que salió a la luz esta semana es que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, había utilizado esta misma aeronave para viajar a Irán en junio de este año. La aparición de un segundo avión del mismo origen que el venezolano-iraní que se encuentra retenido desde hace semanas en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en Argentina, ha encendido las alarmas en Chile. Por este motivo, la Cámara de Diputados de este país ha aprobado la creación de una comisión especial con el propósito de investigar los movimientos y trayectos de la aeronave.
Se trata del Airbus A340-642 matrícula YV3533, propiedad de la línea de origen venezolano, pero que anteriormente formaba parte de la línea aérea iraní Mahan Air. El avión en cuestión es uno de los que Teherán le dio a Venezuela como parte de un acuerdo que, a su vez, incluía la aeronave que aún continúa retenida en Buenos Aires.
Sospechas
La incorporación de Chile a la historia de los aviones venezolano-iraníes comenzó la semana pasada, cuando un conjunto de senadores del partido Renovación Nacional presentaron una denuncia formal ante el Ministerio Público Fiscal, solicitando que se inicie un proceso de investigación por los cinco vuelos que en ese momento se habían confirmado. A medida que fueron avanzando los días, la cifra fue amentando.
Si bien en estos momentos se investigan todos los vuelos, el que despierta un especial interés en los investigadores chilenos es aquel que tuvo lugar el pasado 22 de junio, muy poco tiempo después de que otro avión de características similares hubiera quedado retenido en el país vecino, Argentina.
De acuerdo con la información difundida por el diario chileno ‘Emol’, en el primer tramo del viaje el avión llevaba 89 pasajeros provenientes de Venezuela; luego, unas 135 personas viajaron desde Chile en dirección contraria. Los vuelos de Conviasa comenzaron a operar después de que, el 6 de marzo pasado, el presidente chileno Gabriel Boric firmara con su par venezolano, Nicolás Maduro, un memorándum de entendimiento con el objetivo de «ampliar el espectro de la relación aerocomercial VenezuelaChile».
Sanciones y prohibición
No solamente en Latinoamérica han generado polémica las aeronaves pertenecientes a la firma Conviasa. En el mes de febrero de 2020, el Gobierno de EE.UU. incluyó a la empresa dentro de una lista de aerolíneas a las cuales les impidió sobrevolar el espacio aéreo del país. Con el objetivo de pasar por alto esta prohibición, Venezuela sumó nuevos aviones de la empresa Mahan Air.
El mes pasado saltaron las alarmas en el continente cuando un avión de origen venezolano-iraní intentó ingresar en territorio uruguayo y este país le prohibió la entrada. Argentina también está llevando a cabo una investigación en coordinación con el FBI. Ya son varios los países involucrados. Entre ellos, Paraguay y México, además de los ya mencionados. Días atrás, Paraguay vinculó a algunos de sus tripulantes con el terrorismo. Su presidente, Mario Abdo Benítez, aseguró la semana pasada que gran parte de los tripulantes «tiene nexos con el terrorismo internacional».