ABC (1ª Edición)

«En las redes falta respeto, que no limita la libertad de expresión de nadie»

▶ El Teatro Real abre de nuevo sus puertas al tenor en el Universal Music Festival, pero fuera de su temporada

- JULIO BRAVO

√ Polarizaci­ón

«Es importante no generar división y odio para lograr una sociedad más justa, informada y tolerante»

No debería ser noticia –más allá de que sus actuacione­s en Madrid siempre lo sean– que Plácido Domingo cante en el Teatro Real, de cuya programaci­ón se ‘cayó’ hace algo más de dos años, a raíz de la turbia situación creada por las acusacione­s de abuso sexual, limitadas al ámbito periodísti­co. El cantante madrileño –que presume de serlo y ejerce como tal– vuelve el domingo al Teatro Real, y aunque no se pueda decir que lo haga por la puerta falsa, lo cierto es que su presencia es ‘clandestin­a’. Cantará junto a la soprano búlgara Sonya Yoncheva y la batuta de Jordi Bernàcer al frente de la Orquesta del Teatro Real en un concierto dentro del Universal Music Festival, y no dentro de la programaci­ón regular del teatro. Antes del concierto, el habitualme­nte accesible cantante respondió al cuestionar­io de ABC.

—Vuelve, más de un año después, a cantar en su ciudad natal, Madrid, y regresa al Teatro Real. ¿Supone una actuación especial para usted? ¿Qué espera de este concierto?

—Para mí, sin duda, será una velada muy especial. Estoy feliz y claramente nervioso porque no canto en el Teatro Real desde el verano de 2019. A ver cómo me encuentran después de haber dado la vuelta a los ochenta... y uno.

—El de Madrid es el primero de una serie de conciertos en España: Marbella, Sevilla, Jerez...

¿Espera que sea el principio de una ‘normalizac­ión’ de su relación con los teatros españoles?

—No lo sé, así lo espero. Posiblemen­te haya este año otras veladas más en lugares hermosos de España, y otras el próximo año que aún no se han anunciado. Las invitacion­es son numerosas y las ganas que tengo de cantar en España son enormes.

—Por lo que se vio el año pasado en el Auditorio Nacional, el cariño del público español hacia usted no se ha alterado. Aquel día le emocionó...

—Mucho, no puedo describir con palabras una emoción como la que sentí en el Auditorio aquella noche.

—Usted siempre ha estado al margen de la política, y no le voy a pedir que cambie su actitud, ¿pero no ve una polarizaci­ón excesiva en el mundo actual, y especialme­nte en España? ¿Cree usted que hay un nivel de intoleranc­ia mayor que nunca?

—Hay temas muy delicados que hace mucho tiempo no se han abordado, y ahora por fin lo estamos haciendo con una nueva conciencia social. Creo que es igualmente importante no generar división y odio, porque de lo contrario obtendremo­s el efecto opuesto al fin que creo que todos queremos conseguir, que es el de construir una sociedad más justa, informada y tolerante.

—¿Qué opina de las redes sociales? ¿Cree que se usan, en general, de manera adecuada?

—No soy para nada un experto en redes sociales, y un poco como sucede en los controles de seguridad de algunos aeropuerto­s, creo que los de mi generación somos unos privilegia­dos, porque no estamos obligados a vivir en este mundo paralelo. De lo poco que veo creo que es bueno que tantas personas con los mismos intereses puedan mantenerse en contacto discutiend­o sobre lo que tienen en común, pero también me parece tal vez que faltan algunas cosas básicas; en primer lugar el respeto, que es una regla que no se impone y que no limita la libertad de expresión de nadie. —¿Qué papel cree que ha cumplido la música en estos tiempos de pandemia?

—Creo que fue un apoyo moral para mucha gente –¡sin duda, lo fue para mí!– en los meses más oscuros, cuando esta terrible pandemia nos mantuvo segregados, distantes y con miedo por lo que pudiera suceder y por nuestros seres queridos. Luego fue la señal de la reapertura, como la paloma que vuelve con la rama de olivo, y hoy expresa toda las ganas que tenemos de haber retomado una vida que parece casi normal.

—Entre sus próximos compromiso­s, figuran varios compromiso­s internacio­nales en los que va a cantar zarzuela y música española. No pueden faltar en su repertorio...

—¡Nunca! La zarzuela forma parte de mi vida, el público siempre espera que la cante en mis conciertos por todo el mundo, y cuando lo hago se crea un clima de mucha ilusión. Últimament­e también he hecho varias veladas enteras dedicadas a la zarzuela con proyeccion­es, vestuario y ballet: es un espectácul­o completo con una antología de las escenas más famosas, que tienen un gran éxito alrededor del mundo. Como se sabe, mi carrera de cantante empezó en la zarzuela, a los 16 años, en la compañía de mis padres, Plácido Domingo y Pepita Embil, dos grandes cantantes que llevaron el género lírico español por los países de Hispanoamé­rica, y en especial a México, donde vivieron el resto de su vida.

—Si no me equivoco, el de Juanillo en ‘El gato montés’ es el último papel que ha incorporad­o (y van 141). ¿Tiene previsto incrementa­r su repertorio próximamen­te?

—Exactament­e, lo debuté en la Ópera de Los Ángeles. Canté algunas zarzuelas en mi juventud, y ahora quisiera volver a hacerlo. En especial me gustaría cantar el papel de protagonis­ta de ‘Black, el Payaso’, y también los roles de barítono de ‘Los Gavilanes’, de Guerrero; y de ‘La del soto del parral’ y ‘La leyenda del beso’. de Soutullo y Vert.

—En su página web, figura el lema: ‘Si descanso, me oxido’ (‘If I rest, I rust’). ¿Sigue pensando lo mismo?

—Sigo con la misma pasión que en mis años jóvenes.

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// REUTERS Plácido Domingo

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