ABC (1ª Edición)

Daddy Yankee, sin adiós en Madrid por el caos de un festival de reguetón

▶ Los promotores no presentaro­n el plan de seguridad pese a vender 40.000 entradas

- C. BARCALA / N. SERRANO

Iban a reunir a 40.000 personas en el estadio Wanda Metropolit­ano para asistir al mayor evento de reguetón de España. Bailarían, durante dos días, al son de Natti Nattasha, Omar Montes o Morad. Asistirían, como plato fuerte, a la despedida de uno de los reyes –el jefe, se autodenomi­naba– de la música latina, autor de ‘Gasolina’, ‘Lo que pasó, pasó’ y ‘Con calma’: Daddy Yankee. Pero la música se apagó antes de empezar a sonar y la ilusión por ‘perrear’ no pasó del aparcamien­to del Atlético de Madrid, donde un centenar de personas aguardaban a que se produjese un milagro para ver a sus ídolos.

No ocurrió. El Madrid Puro Reggaeton Festival se canceló, ayer, cuatro horas antes de su pistoletaz­o de salida por no cumplir con los requisitos de seguridad, movilidad ni tener seguro de responsabi­lidad civil para su nuevo emplazamie­nto, tras un cambio de ubicación que se notificó con solo tres días de antelación.

La historia del evento –y con ella, la de las desdichas– comienza en 2020, año en el que se presentó la primera edición en Ifema, que no llegó a celebrarse por la pandemia. Tampoco tuvieron opción en 2021, trasladado ya a la Caja Mágica, de donde lo suspendier­on tras anunciar nuevas fechas. Parecía que en 2022 iba a materializ­arse, pero nada más lejos de la realidad.

Aforo

El aforo previsto para la Caja Mágica era de 20.000 personas, según el Ayuntamien­to de Madrid (39.000, según los organizado­res) y, pese a esto, vendieron 40.000 entradas, motivo por el que el lunes –solo cuatro días antes de que comenzase– comunicaro­n a la Comunidad de Madrid el cambio de localizaci­ón al Wanda Metropolit­ano, pero la solicitud entró en el registro regional a las 14.46 horas del martes, cuando el plazo que se requiere para celebrar una cita de estas caracterís­ticas es de al menos 30 días.

La Policía Municipal consideró, además, que la documentac­ión no reunía los requisitos en materia de seguridad y emitió un informe desfavorab­le. En él, se pone de manifiesto que el Servicio de Prevención de Incendios no había recibido ningún plan sobre esta materia para su homologaci­ón y que el de movilidad «no hace referencia a la ubicación en la que se quiere realizar el festival». Los promotores «tampoco presentan la exención de acústica para superar los niveles sonoros».

La lista de irregulari­dades no se queda ahí. Los organizado­res adjuntaron un seguro de responsabi­lidad civil con la dirección de la sede anterior. «Tampoco se ha realizado la reunión previa de Seguridad en Delegación del Gobierno para establecer el oportuno dispositiv­o y valoración de riesgos», concluye la Policía Municipal. El temor a un nuevo Madrid Arena sobrevolab­a la cita.

La Comunidad de Madrid decidió denegarles la licencia pese a que ayer por la mañana los organizado­res intentaron solventar los errores. Tras la cancelació­n, anunciaron que «en los próximos días» se abrirá el plazo para la devolución.

«Flexibilid­ad»

«Pedimos flexibilid­ad a la Comunidad de Madrid, que no tratase el proyecto como si fuera un nuevo expediente, sino como un traslado. Al considerar el expediente como nuevo, todo lo que está en el informe de la Policía ha sido imposible de solucionar», declaran los organizado­res a ABC, confirmand­o así las anomalías detectadas por los agentes. Daddy Yankee no hizo parada en Madrid –uno de sus dos únicos conciertos en Europa– y miles de personas se quedaron en la estacada por un caos que podría haberse evitado.

La organizaci­ón notificó hace solo cuatro días el traslado del evento al Wanda, pero el seguro era para la Caja Mágica

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// TANIA SIEIRA Decenas de personas esperan, ayer, en la entrada del Wanda Metropolit­ano

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