La banca endurece el crédito a empresas y hogares y anticipa un verano de frenazo
▶ El aumento del riesgo por la escalada de los precios hace que las entidades actúen con mayor cautela
La guerra en Ucrania, la inflación en el 10,2%, la subida de tipos de interés... todo se junta en una tormenta perfecta para arrastrar la economía hacia abajo y truncar la recuperación. En un escenario como este, en el que ya se habla de recesión a escala europea, la banca tira de cautela para evitar que se desencadenen males mayores con incrementos de morosidad desmesurados en los créditos que conceden.
La ratio de morosidad de las entidades financieras superó en la anterior crisis el 13%. Una situación de crisis que ahora la banca trata de evitar y en la contención del riesgo con sus créditos a clientes está la clave. Estos últimos años la mora no ha parado de bajar hasta situarse en el 4,2% a cierre de abril de 2022. Y la intención es que siga decreciendo y se mantenga en niveles limitados.
La última encuesta de préstamos bancarios del Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE), correspondiente al mes de julio, evidencia que nadie quiere correr ningún riesgo innecesario ante la tormenta perfecta que sufre la economía, especialmente por la inflación. «La encuesta muestra que los criterios de concesión de préstamos y las condiciones generales aplicadas a los nuevos préstamos se habrían endurecido en el segundo trimestre de 2022 de forma generalizada, tanto en España como en la Unión Económica y Monetaria (UEM)», señala la encuesta, que se realiza con una muestra de las principales entidades financieras. «Esta evolución contractiva de la oferta se enmarca en un contexto de aumento de los riesgos percibidos, en parte vinculados a las tensiones inflacionistas y a las consecuencias económicas del conflicto en Ucrania, y de normalización de la política monetaria», añade el documento, publicado ayer.
Por su parte, son los propios clientes los que también reaccionan ante un empeoramiento de la situación económica, y de las condiciones de los préstamos, con tipos más elevados: «La demanda de préstamos habría descendido en España, tanto en el segmento de financiación concedida a las empresas como en el de la destinada a las familias para consumo y otros fines». Sin embargo, no en todos los segmentos cayó la demanda, ya que «en el de créditos a hogares para adquisición de vivienda habría seguido aumentando, aunque a un menor ritmo que en trimestres previos».
Con vistas al trimestre en curso, que abarca todo el periodo estival, «tanto las entidades españolas como las de la eurozona esperan una prolongación de la contracción de la oferta de crédito y un descenso moderado de las solicitudes de préstamos, en casi todos los segmentos». De esta manera, la tendencia hacia la cautela, tanto por parte de la banca como de los clientes, seguiría vigente, ya que la situación no tiene visos de mejorar a corto plazo: «De cara al tercer trimestre de 2022, las entidades españolas encuestadas anticipan que los criterios de concesión de préstamos volverían a endurecerse, y que lo harían a un ritmo más intenso que entre abril y junio».
Más allá de ello, la encuesta señala que para el segundo semestre de 2022 la banca estará muy pendiente de la morosidad, que «podría propiciar un cierto endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y de las condiciones aplicadas, en todos los segmentos».
Responsabilidad del sector
Así las cosas, fuentes bancarias explican que «la cautela de los bancos españoles es compartida por el resto de los bancos europeos»; no es una situación exclusiva del mercado nacional. En este sentido, indican que «lo prioritario para todos es ser responsables en la concesión de financiación». También con la vista puesta en la crisis financiera que se originó hace más de una década.
La banca señala que el origen de esta cautela en la concesión de préstamos está también en el impacto que tendrá la subida de tipos del BCE, que ya se especula que será de 50 puntos básicos en la reunión de esta semana, concretamente de mañana.