Yolanda Díaz convierte una visita oficial a su homólogo en EE.UU. en un acto de corte político
«El gobierno va a abrir una nueva década de progresismo», dice de viaje en Washington
En un acto de firma de un memorando bilateral durante su primera visita oficial a Washington y ante el secretario de Trabajo estadounidense, la vicepresidenta segunda del Gobierno advirtió ayer de que en España «las derechas no suman, y el Gobierno progresista va a abrir una nueva década de progresismo en nuestro país». Era un foro poco común para hablar, como hizo la vicepresidenta española, de encuestas, de popularidad y hasta partidos españoles como el PP. Preguntada después por si no considera arriesgado politizar una visita oficial a la capital de EE.UU., la vicepresidenta dijo después que «todo es política, y que yo no hable de política es raro, soy vicepresidenta del Gobierno».
La vicepresidenta Díaz tuvo una agenda repleta en Washington, y la seguirá teniendo este jueves en Nueva York, con actos de alto contenido político. Se vio este miércoles con dos iconos de la izquierda crítica con el presidente Joe Biden, la diputada Ilhan Omar y el influyente senador Bernie Sanders, varias veces aspirante a la Presidencia con un programa de corte socialista con poca tracción en EE.UU. De Sanders, Díaz se deshizo en halagos, dijo que sólo con el Papa Francisco, con quien se vio en 2021, había tenido antes semejante conexión tan intensa. «No es sólo una conexión personal, sino una vocación compartida en agendas comunes», dijo Díaz, que le dio al senador Sanders una copia en inglés del libro de Antonio Muñoz Molina «Un andar solitario entre la gente».
En realidad el acto central de la vicepresidenta era firmar el memorando de entendimiento con el secretario [ministro] de Trabajo, Marty Walsh. No es que sea un documento con grandes efectos prácticos, sino que más bien es una declaración de intenciones en la cual, para Díaz, España queda como referente de los derechos laborales. El secretario Walsh dijo que le resulta de gran interés la llamada ‘ley rider’ española, que regula la obligatoriedad de que las plataformas de reparto como Uber o Amazon, ambas con sede central en EE.UU., contraten a sus repartidores.
La vicepresidenta española se verá hoy en Nueva York con una estrella del sindicalismo estadounidense, Derrik Palmer, empleado de Amazon que recientemente consiguió formar un sindicato local a pesar de las presiones del gigante digital en su contra.
Pocas veces hace campaña política de forma tan abierta un ministro en viaje oficial a cargo del erario público, y menos ante homólogos estadounidenses. «Estoy con mucho entusiasmo para ensanchar la democracia y un proyecto que representa a un país nuevo y va a servir para conectar muchas gentes que se encuentran alejadas de la política en nuestro país», dijo.
Posteriormente, de nuevo en sede oficial estadounidense, añadió que cree que el movimiento ciudadano Sumar, que presentó la semana pasada, ha superado «todas las expectativas». Ya en su visita del mes pasado a Washington, la ministra de Igualdad dijo en una comparecencia en la embajada española, que su gobierno estaba «haciendo un trabajo muy importante en revertir los recortes en dependencia que se llevó a cabo el PP».