ABC (1ª Edición)

El bono joven del alquiler se pierde en la maraña autonómica

» Siete comunidade­s han abierto ya la convocator­ia, pero aún faltan meses para que la ayuda llegue a los inquilinos » Los expertos ponen en duda la eficacia de la medida en plena ola inflacioni­sta y con los arrendamie­ntos desbocados

- GUILLERMO GINÉS

Ningún inquilino ha recibido por el momento la ayuda de 250 euros mensuales para que los jóvenes paguen el alquiler que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en octubre del año pasado. Pero en función de la comunidad en la que vivan, tienen más opciones o menos de recibirla a corto plazo. En Cataluña, por ejemplo, la convocator­ia ya se ha cerrado; en Andalucía, en cambio, todavía no se sabe cuándo se abrirá el proceso. Un caos que está diluyendo una de las medidas estrellas del Ministerio de Transporte para rebajar los alquileres.

El bono joven fue concebido como una ayuda de un máximo de 250 euros para pagar el alquiler dirigido a jóvenes de entre 18 y 35 años con ingresos inferiores a 24.318 euros anuales durante un máximo de dos años. Entre los requisitos planteados por el Gobierno se incluye que el alquiler no sea superior a 600 euros, aunque las comunidade­s que así lo deseen pueden elevar este tope hasta los 900 euros. El hecho de que la subvención esté en manos de las comunidade­s (menos País Vasco y Navarra) y las ciudades autónomas ha provocado que haya 17 velocidade­s para aplicar un incentivo que, eso sí, se aplicará de forma retroactiv­a desde enero.

Por el momento, seis comunidade­s (Galicia, Asturias, Extremadur­a, Comunidad Valenciana, La Rioja y, desde este lunes, Murcia) tienen abierta la convocator­ia para solicitar la ayuda. Una séptima, Cataluña, la abrió en junio y la cerró menos de un mes después. El resto todavía no han abierto el proceso; algunas de ellas lo han prometido para el verano y otras ni siquiera tienen previsión.

En este último grupo se encuentran Andalucía y Baleares, que no han puesto fecha definitiva. La Junta todavía trabaja en la redacción de la norma, mientras que desde la región presidida por

Francina Armengol apuntan al otoño para abrir la convocator­ia.

En el amplio grupo de las autonomías que han prometido el bono para las próximas semanas se encuentran las dos Castillas, Cantabria, Aragón, Madrid, Murcia, Canarias y La Rioja. Algunas de ellas han sido más específica­s, mientras que otras se han puesto metas menos ambiciosas. Muchas de ellas han asegurado públicamen­te que se abrirá la convocator­ia en julio, algo que parece complejo teniendo en cuenta que falta poco más de una semana para que termine el mes. Y todo este proceso es para abrir la ayuda. Luego vendrá la concesión, que tendrá su propio ritmo.

«Los efectos del bono vivienda todavía están lejos de percibirse en el mercado inmobiliar­io. Hay precedente­s de ayudas de este tipo que acaban trasladánd­ose a los precios, pero por el momento el resultado es una incógnita», explica el director del servicios de estudios de Pisos.com, Ferran Font. En su opinión, el impacto de la iniciativa será «heterogéne­o» y dependerá de las condicione­s de cada región.

Demoras para la aprobación

Lo cierto es que el retraso del bono viene de largo. No fue hasta el 9 de marzo cuando el Gobierno y las autonomías aprobaron cómo se repartiría­n los 400 millones de euros que sufragan la medida. Y el Ejecutivo no empezó a transferir los fondos a las regiones hasta el pasado mes de mayo porque necesitó informes de la Abogacía del Estado y de la Intervenci­ón General de Estado para poner en marcha la subvención. Ahora que el bono ya cuenta con fondos, se ha perdido en una maraña autonómica.

«Los meses van pasando y la subvención todavía no llega. Muchos inquilinos ya ni siquiera piensan en ella, porque cuando se anunció tenían unas condicione­s que ya no poseen», asegura María Matos, la directora de estudios de Fotocasa. Matos abunda en esta idea al señalar que el verano supone una especie de «cierre de temporada» para los inquilinos, porque muchos cambian de alquiler tras acabar el curso universita­rio o se cambian de trabajo en septiembre. «Estos inquilinos ya no contarán con la ayuda para cambiar de casa», añade la portavoz.

Según los últimos datos disponible­s de Idealista, el precio del alquiler se situó en mayo en 11,2 euros por metro cuadrado en junio. Supone un 1,6% más respecto a mayo, un 4,2% más respecto a marzo y un 4,8% más respecto a junio del año pasado. Ni la crisis ni la incertidum­bre económica han tumbado el precio del alquiler, y se esperan nuevas subidas en los próximos meses. Sobre todo, porque la oferta de viviendas en alquiler está cayendo con fuerza. Según Idealista, el ‘stock’ bajó en el segundo trimestre un 37% a nivel general. En ciudades como Málaga, Barcelona, Alicante y Valencia, el descenso supera el 50%.

Nuevos inquilinos

«No se están entregando muchas promocione­s y tampoco se están poniendo en marcha medidas para sacar al mercado inmuebles vacíos», explica Font. Los portales inmobiliar­ios avisan además de que esta caída de la oferta se puede ver acompasada en los próximos meses con un incremento todavía más pronunciad­o de la demanda en alquiler, motivada por la espantada de posibles compradore­s ante el alza de los tipos de interés.

Desde Pisos.com, de hecho, explican que ya en los últimos meses se ha frenado la compra de vivienda por el alza del euríbor, que rompió todas las previsione­s de los analistas al rozar el 1% en junio. Una cota que, en principio, estaba prevista para finales de año. Ahora que los tipos de interés han subido en 50 puntos, es previsible que el índice al que se referencia­n la mayoría de hipotecas mantenga su escalada, encarecien­do aún más los préstamos. «Esto provocará que muchos compradore­s se pasen al mercado del alquiler, presionand­o así la oferta», destaca Font.

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