Determinación del BCE
El Blanco Central Europeo ha salido muy bien del envite al que se enfrentaba la semana pasada demostrando que estos últimos año ha aprendido bien muchas lecciones. Ha subido tipos más de lo esperado y, por fin, sale del rincón de los tipos negativos. Y ha conseguido hacerlo sin que estas subidas se vayan a traducir en lo que en el argot se conoce como fragmentación financiera porque el mecanismo ideado para la correcta transmisión de la política monetaria ha sorprendido y no tiene peros.
El mensaje que dan al mercado subiendo el doble de lo que se esperaba es el correcto y demuestra determinación para tratar de embridar la inflación. Y consiguen hacerlo sin que se ponga en riesgo la estabilidad del sistema porque el programa de emergencia para comprar bonos de los países periféricos –o incluso deuda privada si fuera necesario– consigue el más difícil todavía de ser lo suficientemente genérico y contundente a la vez sin que la necesaria condicionalidad vaya a ser un problema porque la pelota la dejan en el tejado de los países miembros de donde probablemente nunca debió salir.
Consiguen subir los tipos, salir de la trampa de los tipos negativos tan difícilmente comprensibles para muchos, pero dejan abierta la posibilidad de intervenir en el mercado si fuera necesario para evitar pulsos asimétricos a los que el mercado es muy aficionado si le dejas el menor resquicio. Es precisamente la falta de concreción, tanto en la cantidad que pueden utilizar para reconducir si fuera necesario al mercado, como en las condiciones que deben cumplir los países para ser sujetos de esta ayuda lo que hace que la herramienta sea muy poderosa.
Hoy, en el aniversario de la probablemente más famosa intervención de política monetaria europea que fueron las palabras de Draghi hace diez años, se confirma que el arma más poderosa de los bancos centrales es lo que dicen y no tanto lo que hacen. Solo con haber demostrado a tiempo la intención de intervenir sea lo que evite esa intervención. Y entretanto, a esperar que como ya anticipan el precio de todas las materias primas a excepción del gas, la inflación se vaya reconduciendo y dejemos atrás la psicosis económica que nos tiene últimamente con el brazo algo encogido.