El viento da una tregua al fuego de Tenerife, pero sigue sin control
▶ Varios incendios declarados ayer en Castilla y León obligaron a desalojar alrededor de una decena de pueblos en Zamora y Burgos
El incendio forestal de Los Realejos, en el norte de Tenerife, no estaba al cierre de esta edición ni controlado ni perimetrado. El fuego avanzaba en tres frentes, afectando a cinco municipios y 585 vecinos que tuvieron que ser evacuados. La superficie afectada era ayer de unas 2.700 hectáreas.
El viento dio ayer una tregua, lo que permitió avanzar en los trabajos de extinción, si bien las altas temperaturas complicaron las tareas de control. El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, señaló la tranquilidad que aportó ayer el comportamiento del viento tras los giros de días anteriores, pues sirvió de aliado a pesar de las altas temperaturas. Aun así, advirtió que el fuego no estaba controlado, ni siquiera perimetrado. De momento, no están previstas más evacuaciones, adelantó el consejero de Seguridad, Julio Pérez.
El fuego no ha avanzado más hacia Icod y los mayores esfuerzos están en el frente más preocupante, el que baja por la ladera de Tigaiga. Aunque sigue siendo uno de los puntos críticos, el presidente insular celebró su buena evolución.
Preocupa el frente que avanza a Icod de los Vinos, porque aunque permanece activo «no ha ido a más». También se centran los esfuerzos en el frente de La Fortaleza, que avanza al Parque Nacional del Teide, que aunque ayer no estaba controlado no tiene una evolución rápida y permite actuar con tiempo. El incendio que se originó el jueves en la zona de Los Campeches es «un fuego activo», recalcó Martín, pero se confesó «razonablemente optimista» gracias a la bajada en la intensidad el viento.
Castilla y León
Nueva jornada en la que el fuego no da tregua en Castilla y León. Domingo de llamas y desalojos otra vez. Elevadas temperaturas, fuertes vientos y terreno seco sirvieron de mecha y combustible para favorecer el avance sin control de incendios, con la mano del hombre detrás de las llamas. Y es que, según informaron desde la Junta de Castilla y León, las primeras investigaciones apuntan a que los incendios con riesgo para poblaciones desatados ayer en las provincias de Ávila, Burgos y Zamora «no son espontáneos, sino que estaría la mano del hombre detrás, de forma intencional e imprudente, en lugares y día de tan extrema peligrosidad».
En Zamora, una semana después de que las llamas iniciasen su devastador reguero de cenizas por más de 31.000 hectáreas en torno a Losacio y costasen la vida a un brigadista de extinción y un pastor, de nuevo fuego. Otra vez desalojos. Hasta seis pueblos habían sido evacuados al cierre de esta edición por un incendio declarado en Vegalatrave, a unos ocho kilómetros de Losacio, uno de los evacuados. También,
Marquiz de Alba, Losilla, San Pedro de las Cuevas, Perilla de Castro y Olmillos de Castro –éstos tres últimos también desalojados hace una semana en el incendio de Losacio–.
En Burgos, un fuego originado en Quintanilla del Coco, donde afectó a algunas casas aisladas, obligó a la evacuación de cinco localidades; Santibáñez del Val, Carazo, Villanueva de Carazo y Santo Domingo de Silos, donde las llamas llegaron a algunas casas, que ardieron, mientras los Bomberos se centraban en intentar proteger el Monasterio de Santo Domingo de Silos.
Galicia
En Galicia, en los focos que estaban activos en el concello lucense de Oímbra, lo servicios antiincendios logra
ron ayer extinguir uno y estabilizar el otro. En cambio, el de Villarino de Conso, en Pradoalbar, que afecta al Parque Natural del Invernadeiro, siguió ganando terreno. Es el único que lo hizo durante el fin de semana. Los dos peores incendios de la historia de Galicia, por dimensiones, el macrofoco de Folgoso-Puebla del Brollón, y el de Carballeda de Valdeorras, se mantuvieron sin variación. Eso sí, tras abrasar más de 10.000 hectáreas cada uno. Tampoco se incrementaron las hectáreas, 1.100, cobradas por las llamas en otro punto de Folgoso, en Seceda.
Pero no puede decirse lo mismo del incendio de Villarino de Conso. Las hectáreas arrasadas ayer al cierre de esta edición llegaban ya hasta las 6.500.