El Festival de Salzburgo, empañado por los patrocinios rusos
► En el punto de mira, Teodor Currentzis, director de orquesta al frente de musicAeterna, financiada por VTB Bank, ligado a Putin
El Festival de Salzburgo, uno de los principales de música clásica del mundo, se ha visto empañado por la aparición de un director cuya orquesta y coro están financiados por un banco controlado por el Gobierno ruso, según publica ‘The Guardian’. Según algunos comentaristas culturales, el certamen, que está recibiendo dinero procedente del patrocinio de una fundación con estrechos vínculos con el Kremlin, está bajo la influencia de Vladímir Putin.
El foco principal está puesto en Teodor Currentzis, un director de orquesta grecoruso, que mañana estará al frente de su orquesta, musicAeterna, con sede en San Petersburgo. La orquesta está financiada por VTB Bank, una empresa rusa sancionada por Occidente. La jefa del banco central de Rusia y amante de la ópera, Elvira Nabiullina, es miembro de la fundación detrás de esa orquesta y el monopolio estatal de gas ruso Gazprom patrocinó recientemente una gira nacional. El festival, que cuenta con 174 producciones hasta el 31 de agosto, está patrocinado en parte por la fundación del oligarca Leonid Mikhelson, que ha sido sancionado por el Reino Unido y Canadá, aunque no por la UE, afirma ‘The Guardian’.
No se suspende
Markus Hinterhäuser, director del festival, ha defendido firmemente su decisión de no suspender la actuación, con entradas agotadas, a pesar de que otros teatros en Múnich, París y Viena han cancelado los conciertos de Currentzis en las últimas semanas. Hinterhäuser describió al director estrella como la antítesis de Putin: «Veo su forma de ser como un modelo contrario al (de Putin)», dijo recientemente a medios austriacos, y agregó que musicAeterna está formada por «músicos de diferentes orígenes, principalmente rusos, pero también ucranianos». El director del festival cree que se está obligando injustamente a Currentzis a tomar partido: «Nunca se ha puesto del lado de Putin».
El Gobierno austriaco ha respondido a las críticas hacia el festival diciendo que está trabajando para regular este otoño el patrocinio de eventos culturales.