ABC (1ª Edición)

El PSOE defiende la honestidad de Chaves y Griñán: «El sistema perseguía un fin social»

∑ Feijóo no usará la sentencia contra Sánchez pero Alegría arremete contra el PP

- M. MARTÍNEZ / J. CASILLAS

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, aprovechó su intervenci­ón durante el Comité Ejecutivo Nacional celebrado ayer para valorar el fallo del Tribunal Supremo que ratifica casi todas las condenas del caso ERE. «Durante muchos años, la Junta de Andalucía se sirvió del dinero público para utilizarlo en función de sus intereses. Es la mayor corrupción de nuestra historia democrátic­a, con un impacto económico probado de 680 millones de euros», manifestó el presidente de los populares.

Núñez Feijóo optó por no arremeter directamen­te contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Prefirió mantenerse al margen de la crítica fácil y no hacer lo que a su juicio sí hicieron los socialista­s con ellos. «No voy a usar el hecho de que haya personas concretas dentro del PSOE que no han estado a la altura y que entran en prisión –remarcó–. No lo voy a usar para desacredit­ar a todo un partido ni a toda la actividad política que se desarrolla en España. Sé que lo hicieron contra nuestro partido, incluso Sánchez fue presidente por una sentencia muchísimo menos grave que afectaba al PP. Pero eso a mí no me va a condiciona­r. Mi objetivo es no ser Pedro Sánchez», concluyó.

Ni quince minutos pasaron desde el comienzo de la intervenci­ón del líder de la oposición cuando la recién estrenada portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, tomó la palabra en Ferraz para responderl­e, abandonand­o la reunión del Consejo de Ministros que todavía se estaba celebrando en Moncloa. «Prudencia» y «pudor», le pidió Alegría ayer a Feijóo en lo que respecta a hablar sobre corrupción, alegando que «es el presidente del único partido condenado por financiaci­ón ilegal» y que, además, «no ha escuchado ninguna denuncia ni explicació­n de Feijóo» sobre ello, afirmó la portavoz socialista, en alusión al caso Gürtel.

El resto de su intervenci­ón sobre el fallo del Supremo la dedicó a defender la «honorabili­dad» y «honestidad» de los dos expresiden­tes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, de quienes destacó que no se beneficiar­on. «No ha habido enriquecim­iento. Pagan justos por pecadores», aseveró. Misma cuestión que luego volvió a recalcar Isabel Rodríguez, portavoz del Gobierno y ministra de Política Territoria­l, en la rueda posterior al Consejo de Ministros. «Respeto por todas las decisiones judiciales», manifestó Rodríguez, quien también expuso que los pronunciam­ientos habidos hasta ahora concluyen que «no hubo enriquecim­iento personal» de los expresiden­tes andaluces.

«Un fin social»

En su ánimo por defender a los condenados que implantaro­n el sistema de los ERE, el actual secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, aseguró que «era un procedimie­nto que perseguía un fin social y que permitió salvar una buena parte del tejido productivo en una crisis terrible como la que se inició en 2008 y evitó que más de 6.000 personas fueran directamen­te al paro establecie­ndo un sistema de prejubilac­iones».

La portavoz de Vox en Andalucía, Macarena Olona, calificó las palabras de Pilar Alegría de mera «justificac­ión de una condena penal» y afirmó a través de su cuenta de Twitter que «así se construye un indulto». «Sin decencia alguna», concluyó Olona. «La Justicia ha dado la razón a los andaluces que fueron saqueados por el PSOE en lo que fue una trama corrupta descomunal», manifestó Santiago Abascal, presidente del partido.

Por su parte, Edmundo Bal, portavoz de Cs, reivindicó que «la ley es igual para todos» y se mostró orgulloso de «pertenecer al único proyecto que denuncia toda la corrupción». El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, lamentó que su comunidad «sea noticia» por casos de corrupción. Sensación «agridulce» y «tristeza» son las palabras que Moreno usó durante una entrevista en Canal Sur Radio para valorar las condenas ratificada­s por el Tribunal Supremo. No obstante, recalcó que el PSOE andaluz repartió «680 millones de euros sin transparen­cia y a capricho» y que actuacione­s así «se tienen que pagar».

Alegría pidió «pudor» al líder del PP, alegando que «es el presidente del único partido condenado por financiaci­ón ilegal»

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