El FMI aplica un fuerte recorte al PIB español para 2022 y 2023
➤ La institución advierte del alza de la inflación por la subida de los alimentos y la energía
El informe ‘Actualización de las perspectivas económicas mundiales: sombrío y más incierto’, publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha recortado las previsiones de crecimiento previstas en su último estudio de abril debido a las consecuencias de la invasión de Ucrania y la espiral inflacionista. En el caso de España, la institución anticipa un crecimiento del PIB del 4% para 2022 y del 2% para 2023, lo que supone una reducción del 0,8 y 1,3% respectivamente.
Con este anuncio, el FMI se une al resto de organismos e instituciones económicas que ya habían revisado a la baja el crecimiento de nuestra economía, como es el caso del Banco de España, la OCDE, la Airef y la Comisión Europea, entre otros.
Respecto a las últimas previsiones del Gobierno, anunciadas ayer por la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, el Ejecutivo ha establecido sus previsiones de crecimiento en el 4,3% para 2022 y el 2,7% para 2023, pero las cifras del FMI muestran un escenario menos amable.
«Riesgo de recesión»
Esta bajada en las expectativas de crecimiento supone «un riesgo de recesión particularmente prominente para 2023» según el informe, cuando se espera que el crecimiento de una considerable cantidad de economías «toque fondo». Mantener la estabilidad financiera es uno de los principales retos ante la nueva senda de la política monetaria, que requerirá de reformas en los marcos de resolución de la deuda en palabras del FMI.
Ante el incremento constante de los precios y sus consecuencias en los estándares de vida a lo largo del planeta, la institución señala el control de la inflación como principal prioridad, con políticas monetarias que supondrá costes para la economía a corto plazo, pero evitará males mayores a la larga. Teniendo en cuenta la limitación de los presupuestos de los gobiernos tras dos años de pandemia, el FMI solo ve dos posibles caminos: o bien aumentar los impuestos, o recortar el gasto público.
Guerra en Ucrania
Asimismo, alerta de que si Rusia decidiese cortar por completo el suministro de gas a Europa, para el que la Unión Europea se prepara solicitando a sus miembros una reducción del 15% en su consumo, aumentaría significativamente la inflación a lo largo del mundo a través del incremento en los precios de la energía. Además, este escenario podría obligar a Europa a forzar un racionamiento del gas, lo que afectaría a importantes sectores industriales reduciendo el crecimiento de la zona euro en mayor medida durante 2022 y 2023.
Pero las consecuencias del conflicto bélico en Ucrania no se quedan ahí. El FMI alerta de que las implicaciones en la escasez de alimentos y la interrupción de la cadena de suministros podría materializarse en conflictos y disturbios a lo largo del mundo, como ya se ha podido comprobar en Sri Lanka. El peor escenario apunta a una fragmentación económica y el posicionamiento en bloques, de forma similar a lo ocurrido durante la Guerra Fría.
El riesgo de la inflación
La institución revisa al alza la previsión de inflación en las economías más desarrolladas debido al aumento, mayor del esperado, en el coste de los alimentos y la energía. Sin embargo, el FMI también contempla el riesgo de que el aumento de precios se mantenga debido a las interrupciones en la cadena de suministro y el encarecimiento de la energía como consecuencia de la invasión de Ucrania. La severidad de estos ‘shocks’ podría derivar un fenómeno de estanflación, es decir, que el aumento de la inflación se mantenga a la par de elevadas tasas de desempleo; aunque no es el único escenario que se baraja. En el caso de la eurozona, el FMI aumenta la previsión de inflación para este año un 2,9%, situándose en el 7,3%, y reduce las expectativas de crecimiento en un 0,2% para 2021 y un 1,1% para 2023. En el caso de países como España, Francia y Alemania, la institución señala los efectos de la guerra en Ucrania como principal obstáculo junto a la restricción de las condiciones de financiación como consecuencia de la subida de los tipos de interés y la paralización de la compra de activos por parte del Banco Central Europeo.
A pesar de ello, se espera que el ritmo alcista de la inflación remita a partir de 2023 y vuelva a niveles previos a la pandemia en 2024 como consecuencia del endurecimiento de la política monetaria y la normalización de los costes energéticos, a pesar de los riesgos que implica el conflicto bélico en Ucrania.
La contracción en la economía tras la bajada de las expectativas de crecimiento responde a múltiples factores según el FMI entre los que destaca la guerra de Ucrania, la inflación en Europa y Estados Unidos y las complicaciones en China. La situación del gigante asiático es también uno de los principales lastres para la economía global, ya que a los focos de coronavirus y sus respectivos confinamientos se une la profunda crisis que sufre en su sector inmobiliario y las consecuencias del cierre del puerto de Shangai en abril de 2022, uno de los principales centros neurálgicos para el comercio mundial.
Precios de la energía
En referencia a las medidas para evitar un escenario peor, el FMI recomienda seguir una serie de pautas para reducir los impactos de las turbulencias económicas. En primer lugar, la institución aboga por llevar a cabo políticas específicas para controlar los precios de la energía y los alimentos que protejan a los más vulnerables sin provocar una distorsión en los precios. Además, el organismo señala que aquellas políticas «que busquen limitar directamente los precios y salarios del sector privado deberían de ser evitadas por lo general, ya que se han probado costosas e ineficientes en el pasado».
Aunque el impacto del coronavirus es cada vez menor en gran parte del mundo, el FMI solicita limitar las limitaciones de convivir con la pandemia, haciendo las vacunas más accesibles para que los 130 países que todavía no han cumplido con el objetivo de vacunar al 70% de su población lo logren y se pueda poner coto a nuevas variantes.