El sector pesquero se plantea llevar a los tribunales a Bruselas
∑ La cita con la Comisión Europea terminó ayer sin cambios en la idea de ‘cerrar’ 87 caladeros
La decisión de la Comisión Europea de ‘cerrar’ a la flota de arrastre y otras artes, como el palangre de fondo, 87 zonas de pesca en España, Portugal, Francia e Irlanda para proteger ecosistemas marinos vulnerables seguirá adelante después de las consultas con Reino Unido. Es decir, la decisión se adoptará a principios del mes de septiembre. Esta situación, aseguran desde la patronal pesquera Cepesca y su homóloga europea Europêche, abre la puerta a un futuro recurso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Se estima que más de 800 embarcaciones españolas (España tiene una flota pesquera de 8.732 pesqueros) de flotas del Golfo de Cádiz, del Cantábrico Noroeste y de Gran Sol (las que pescan en aguas británicas) afectando a la pesca de la merluza, el besugo y la gamba, entre otros.
Todo ello, a pesar de la reunión técnica celebrada ayer por videoconferencia entre la Dirección General de Asuntos Marítimos y Pesca de la Comisión Europea con representantes del sector pesquero europeo, así como con científicos del Consejo Internacional para la exploración del Mar (ICES, en sus siglas inglesas), ONG y representantes de los países afectados. En la misma, el sector pesquero europeo (especialmente la Alianza Europea de Pesca de Fondo, EBFA) así como los estados miembros interesados, especialmente España, coincidieron en criticar a la Comisión Europea por la interpretación que ha hecho de los informes científicos del ICES y haber optado por el escenario más restrictivo para la pesca.
«Estamos decepcionados», reconoce el secretario general de Cepesca y presidente de la patronal europea Europêche, Javier Garat, quien denuncia la «insensibilidad de Bruselas». En este sentido, no descarta acudir a los tribunales una vez el ejecutivo comunitario aplique el reglamento sobre acceso a aguas profundas. Garat añade que el sector lleva 15 años comprometido con la protección de los fondos marinos. «No se critica el informe de los científicos del ICES, sí la interpretación que ha hecho la Comisión Europea escogiendo el escenario más perjudicial», denuncia el representante de Cepesca presente en la reunión. Además critican que no se haya pedido informes sobre el impacto socioeconómico. Tampoco está muy convencido sobre las ‘consultadas’ de la Comisión.
Una opinión similar mantiene Iván López, presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA), que representa a 20.000 pescadores y 7.000 buques europeos, quien apunta que se sienten «confusos, enfadados y frustrados». López no duda en hablar de «enroque» y critica que se haya incluido a artes como el palangre, e incluso, legislado sobre profundidades que no competen a Bruselas. «A lo largo de las preguntas que les hacíamos fuimos detectando muchas lagunas en la aplicación de la reglamentación», lamenta el representante de EBFA.
El rol de España
En lo que coinciden Garat (Cepesca) y López (EBFA) es en elogiar el papel de España y, sobre todo, del Instituto Español de Oceanografía (IEO) cuya presentación, en opinión de ambos, fue «excelente» y fruto de «una gran labor científico–técnica».
El Gobierno español, a través de la secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, defendió en la reunión que se tenga en cuenta la situación de la flota pesquera y un equilibro entre las preocupaciones medioambientales y los aspectos socioeconómicos.