El plan del Gobierno para adecuar las obras a la inflación excluye al 95% de los proyectos
∑ La construcción pide un nuevo sistema de revisión de precios en los concursos para evitar quiebras
El sector de la construcción no logra escapar de la ola inflacionista pese a los esfuerzos del Gobierno. El Ejecutivo aprobó en marzo una revisión de los precios de los contratos de obra pública para que estos recogiesen el impacto que tiene la subida de precios en los materiales durante el proyecto. A finales de ese mismo mes, aprobó una ampliación de esa revisión de precios para que cubriera más obras. Y pese a ello, estos ‘salvavidas’ solo han llegado al 5% de estos proyectos.
Así lo asegura la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) en un informe publicado ayer en el que analiza el impacto que ha tenido en el sector de la construcción la revisión de precios de los concursos. La patronal de las pequeñas constructoras recordaba ayer que los costes de las obras han crecido hasta un 30% desde finales de 2020, lo que ha dejado en una situación muy compleja a las empresas del sector y ha provocado que casi 500 licitaciones públicas quedaran desiertas el año pasado.
Por ello, el sector reclama un tercer decreto que mejore la revisión de precios del Gobierno. Uno que incluya a las obras empezadas a partir de 2021, porque el 80% de las obras licitadas en los últimos tres años tienen una duración inferior a un año. La actual norma deja este periodo en el aire, porque explica que la revisión de precios «no podrá ser inferior a un ejercicio anual ni superior a dos ejercicios anuales». Las administraciones están interpretando que para aplicar la revisión excepcional de precios la duración de la obra no debe ser de menos de un año lo que deja fuera, según la CNC, a «un número importantísimo de obras». En caso contrario, la patronal augura que habrá un reguero de quiebras.
Asimismo, la organización reclama rebajar el umbral para acceder a la revisión de precios. Por el momento, el contratista tiene que acreditar que el precio de algunos materiales se encareció al menos un 5% en 2021 para acceder al sistema del Gobierno. Las pequeñas constructoras agrupadas en CNC piden que ese umbral se rebaje hasta el 2%, además de introducir en el cálculo más materiales.
Para las constructoras es clave, asimismo que el sistema de revisión de precios recoja los vaivenes de la energía. Una medida que es apoyada por el Ministerio de Transportes pero a la que Hacienda se niega. La CNC recuerda que la energía representa el 30% del coste total y propone alternativas para que se incluya en el procedimiento que determina el incremento del coste de una obra en un periodo concreto.
El sector urge asimismo a eliminar el valor máximo de compensación del 20% sobre el precio de adjudicación del contrato y a tomar en consideración el límite del 50%. Finalmente, la patronal propone que las corporaciones locales queden vinculadas por la decisión que tomen las correspondientes comunidades autónomas en su ámbito de competencia, porque si bien la mayoría de las regiones ya se han adherido a la revisión de precios, una parte significativa de las entidades locales todavía no lo han hecho.
El presidente de la CNC, Pedro Fernández Alén, abundó ayer en este asunto al destacar que comunidades autónomas como Galicia, Andalucía, Murcia, Aragón, Valencia, Extremadura y Cataluña están siendo «mucho más flexibles» en la aplicación de la normativa de revisión de precios, ya que han introducido modificaciones respecto al decreto del Gobierno. «Esas comunidades autónomas han tenido conciencia del problema con sus empresas locales, que son medianas».
Hasta marzo, los contratos públicos nacían y se desarrollaban con unos precios establecidos. Con el incremento de los materiales producido el año pasado por la ruptura de la cadena de suministro, cientos de contratos quedaron desfasados, porque incluían precios de materiales que eran irreales. Esto provocó que cientos de obras quedasen paralizadas y muchos contratos públicos desiertos.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en marzo la cerámica había subido un 40%, el aluminio un 55%, la madera un 16%, el cobre un 20%, los materiales siderúrgicos un 50%, la energía un 84% y el refino de petróleo otro 53%. Todo ello ha provocado un incremento del 30% en el precio de las obras desde finales de 2020, según la CNC.