España se estrena como potencia
∑ La India, cuna del juego, alberga desde mañana la mayor competición por equipos, con 188 países y 1.733 ajedrecistas
Chennai se convierte desde mañana en el tablero del mundo. No es una exageración. 1.733 ajedrecistas (798 mujeres) participan en la Olimpiada de Ajedrez, la prueba por equipos más importante del calendario. España llega a la antigua Madrás, donde nació el pentacampeón Viswanathan Anand, con opciones de medalla en La India, cuna del ajedrez. Esta competición, que se juega desde 1924 en París, aunque Londres 1927 fue la primera edición oficial, visita por primera vez el lugar donde se dieron los primeros jaques.
Además de formar un equipo muy competitivo, España se puede beneficiar de dos grandes ausencias entre los 188 países participantes, Rusia por sanción y China por la pandemia. Como remate, Azerbaiyán ha perdido a su primer tablero, Teimour Radjabov, afectado por el coronavirus. El equipo español se convierte así en la cuarta potencia más fuerte de la competición.
La selección española está formada por los grandes maestros Paco Vallejo (2.702 puntos Elo), Alexei Shirov (2.704), David Antón (2.667), Jaime Santos (2.675) y Eduardo Iturrizaga (2.619), capitaneados por Jordi Magem. El principal favorito es Estados Unidos, con sus cinco jugadores por encima de los 2.700 puntos Elo y todos ellos en el top 10 del campeonato. Nuestros teóricos rivales por las dos medallas más baratas son India, que tiene la ‘desventaja’ del factor campo, y Noruega, con Magnus Carlsen en el primer tablero. Llegará con ganas de demostrar que puede superar la asombrosa barrera de los 2.900 puntos, su principal reto después de anunciar que no defenderá el título de campeón del mundo.
En el cuadro femenino (hay que recordar que el otro es absoluto, ya que permite la participación de jugadoras), España parte un poco más atrás, en el puesto 13 teórico. La favorita es India, seguida de cerca por Ucrania y Georgia. El equipo español está formado por Ana Matnadze (2.406), Sabrina Vega (2.366), Marta García (2.305), Mónica Calzetta (2.230) y la jovencísima (18) María Eizagerri (2.176), que el año pasado hizo historia al ganar el campeonato de España juvenil absoluto (hombres y mujeres). Las españolas, con David Martínez como capitán, suelen ser buenas competidoras y las diferencias con la mayoría de equipos que las preceden no son insalvables, unos 150 puntos de media.
En la competición absoluta, el único equipo que parece inalcanzable es Estados Unidos, que con la nacionalización del armenio Levon Aronian, más las pasadas de Wesley So (Filipinas) y Lenier Domínguez (Cuba), además del cambio de bandera del italoamericano Fabiano Caruana, ha construido un conjunto de ensueño, más completo de lo que soñó nunca Bobby Fischer, a quien casi siempre le ocurrió como a Carlsen con Noruega.
En Chennai compiten más de cien países y además de las medallas individuales y por equipos, también se entrega la Copa Nona Gaprindashvili, que recompensa la mejor actuación combinada de los equipos absoluto y femenino. La Olimpiada de Ajedrez se disputa cada dos años. En 2018, China ganó en ambas categorías, mientras que la edición de 2020 no se pudo celebrar debido a la pandemia.
La selección absoluta parte como cuarta favorita, mientras que la femenina tiene en teoría a 12 países por delante
«Los codos con sangre»
En Azerbaiyán no ha sentado bien la ausencia de Radjabov. Su compatriota Vasif Durarbayli se ha mostrado muy crítico con la estrella. «Radjabov, en quien aparentemente se invirtieron millones, no siente ninguna responsabilidad moral. En 2019, quejándose de cansancio, abandonó el equipo. En 2021 disputó ocho partidas sin vida que terminaron en empate. Ahora se ha negado por completo. Sabiendo todo esto, y mucho más de lo que no puedo hablar, tengo una base para hablar. Para mí, Radjabov debería jugar en la Olimpiada a toda costa, incluso si tuviese los codos con sangre. Y lo condeno por no hacerlo».
El aludido recordó todas las medallas que ha ganado para su país. «El Candidatos, el principal torneo en la vida y carrera de cualquier ajedrecista profesional, fue la prueba más difícil para mí y destruyó por completo mi salud física y psicológica. Además, después de regresar contraje Covid, que se complicó con fiebre alta. En el estado actual de mi salud, no puedo beneficiar a la selección, tengo que recuperarme por un tiempo. Permítame informarle que los médicos han prohibido cualquier estrés psicoemocional».