Comer en la Costa del Sol
► El litoral malagueño tiene una amplia variedad que va desde estrellas Michelin hasta sitios modestos donde comer frituras
Por cantidad y calidad de restaurantes, la Costa del Sol reúne desde hace unos años la más completa oferta gastronómica de Andalucía y una de las más atractivas de España. Favorecido por un turismo de calidad durante todo el año, desde Vélez Málaga hasta Casares el litoral malagueño tiene una amplia variedad que va desde restaurantes con estrellas Michelin de muy alto nivel hasta sitios modestos donde comer pescados y frituras de calidad pasando por algunos buenos establecimientos de cocina internacional o chiringuitos en la playa.
Empezamos nuestro recorrido por el oriente de la provincia. En el puerto deportivo de La Caleta de Vélez encontramos un excelente restaurante de producto marino: Chinchín Puerto. Sebastián Martín y Lourdes Villalobos compran lo mejor de la lonja vecina, siempre pescado y marisco del día. Quisquillas, gambas, cigalas, pargos… perfectamente tratados en la cocina por la propia Lourdes y Belén Abad.
Seguimos hacia Málaga, la capital, para visitar Kaleja, donde Dani Carnero, un cocinero experimentado, que trabajó con Berasategui y más tarde con Adriá y De la Osa, ha sabido adaptar sus conocimientos a un modelo de cocina basado en la tradición malagueña, con mucho conocimiento y mucha inteligencia, ceñido a la temporada y al producto de la zona. Se trata de la mejor opción gastronómica de la ciudad en estos momentos. Carnero tiene además en la capital La Cosmopolita, una taberna que fue donde comenzó, y desde hace pocos meses un espacio más informal, La Cosmo, con una larga barra, mesas altas y una terraza, con una propuesta de pequeños bocados de inspiración andaluza. Los tres negocios en la zona centro de la capital. También en Málaga, con una estrella Michelin, encontramos JCG, el restaurante de José Carlos García, en el bonito entorno de Muelle Uno. Alta cocina con el producto local como protagonista y frecuentes guiños orientales. García también es responsable de Balausta, en el hotel Palacio Solecio, un edificio del siglo XVIII situado en el centro, con una carta que rinde homenaje a la tradición gastronómica malagueña.
Entre la amplia oferta de la capital malagueña nos gustan especialmente otros tres establecimientos: Cávala, El Refectorium y La Deriva. El primero tiene al frente al fuengiroleño Juanjo Carmona, quien tras pasar por el estrellado El Lago en Marbella se trasladó a Málaga para exhibir su sólida formación con una propuesta centrada exclusivamente en mariscos y pescados, tratados con mucho acierto. El Refectorium es todo un clásico, con varios locales repartidos por la ciudad en los que siempre hay un producto excelente: concha fina, gambas rojas, voraz... De todos ellos nuestro favorito es el que está junto a la Catedral. En cuanto a La Deriva, tanto en su comedor como en la barra hay propuestas muy sencillas, basadas en la calidad de las materias primas. Especialmente interesantes sus tablas de quesos y la carta de vinos.
Marisco
En ruta hacia el Occidente parada obligatoria en Fuengirola para comer en uno de los grandes restaurantes de producto de España: Los Marinos José. En el paseo marítimo, junto a la playa, la familia Sánchez ofrece una variedad de pescados y mariscos espectacular. No hay carta fija porque siempre trabajan con lo mejor del día. Pescados al horno, fritos o a la plancha, siempre con puntos perfectos y sin más complicaciones. Aunque no hace ascos a servir pescados de otras costas españolas, los mejores son los que proceden de Fuengirola y sus alrededores. También en el paseo marítimo, en Los Boliches, situado en la misma playa, es recomendable un veterano chiringuito, Los Náufragos, con la tradicional propuesta de este tipo de establecimientos, desde espetos de sardinas hasta frituras. Algo más alejado del mar, en el hotel Hilton Double Tree, se encuentra Sollo, que tiene una estrella. Es el restaurante del cocinero Diego Gallegos, quien ha desarrollado una interesante línea de trabajo propia con los pescados de río, poco valorados en la cocina española. Especialmente con los esturiones de Riofrío, pero también con anguilas, truchas, salmones, bagres, tilapias o incluso pirañas que cría él mismo mediante acuoponía en unas espectaculares instalaciones sostenibles.
En Marbella se concentra, como es lógico, una buena parte de la oferta. Desde que Dani García renunció a las tres estrellas, el más galardonado por la guía Michelin es Skina, que tiene dos. Situado en el casco antiguo del pueblo, Marcos Granda ha logrado formar un magnífico equipo, tanto en la sala, que dirige él personalmente, como en la cocina, a cargo del joven Mario Cachinero. El menú agrupa platos llenos de estética, elegancia y sabor. Con una estrella, atención a Messina, El Lago y el japonés Nintai. Si les gusta esta cocina nipona otra buena opción es Takumi. Dentro del casco antiguo, A Fuego y Thaissence son dos propuestas interesantes, situados ambos en hoteles boutique del grupo La Ciudadela. Y sin salir de esa zona de la ciudad,
dos recomendaciones para un tapeo de calidad: Casa Curro (y su vecino La Tienda de Casa Curro) y Primeria Selection, este último con una sobresaliente oferta de vinos y una tienda para comprarlos.
Entre chiringuito de lujo y gran restaurante de producto se encuentra La Milla, situado en plena playa, con materia prima de máxima calidad muy bien tratada y unas instalaciones nada habituales en este tipo de establecimientos. Gran trabajo de sus propietarios, Luismi Menor en la cocina y César Morales en la sala. Muy atractiva también, con estupenda terraza, la oferta de Boho Club, que tiene al frente a un gran cocinero de largo recorrido, Diego del Río. Apunten también dos casas de aspecto informal pero ambas con una cocina muy sólida a cargo de cocineros jóvenes: Back, de David Olivas, y Kava, de Fernando Alcalá. Y si les gusta la cocina mexicana, en Mantarraya, de Roberto Ruiz, encontrarán mucho nivel. Para pescado, dos direcciones en San Pedro de Alcántara: El Ancla y Merchán. Los dos muy similares en su oferta (espetos, frituras y pescados a la sal) y los dos con mucha calidad en el producto que manejan. El primero está pegado al mar, el segundo en una de las calles peatonales del pueblo. Terminamos este breve recorrido en el municipio de Casares, en uno de los hoteles más lujosos de la Costa del Sol, Finca Cortesín. Allí está Rei (antes Kabuki Raw) donde ejerce uno de los mejores sushiman españoles, Luis Olarra, discípulo como tantos otros, de Ricardo Sanz.