Andrew Garfield recupera la fe con la miniserie ‘Por mandato del cielo’
Disney+ estrena la adaptación de la novela sobre un detective religioso y un crimen dentro de la Iglesia mormona
La miniserie de siete episodios del ganador del Oscar Dustin Lance Black (‘Mi nombre es Harvey Milk’), ‘Por mandato del cielo’, presenta a Andrew Garfield en otro personaje espiritual como el detective Jeb Pyre. Desde que se quitó el traje de Spiderman, el actor ha habitado un importante número de personajes religiosos; desde un jesuita en la película ‘Silencio’, de Scorsese, hasta un evangélico predicador o el soldado miembro de la Iglesia Adventista Desmond Doss.
Ahora, el británico investiga los acontecimientos que ocurrieron dentro de la familia Lafferty, mientras desvela verdades enterradas sobre los orígenes de la religión mormona y las violentas consecuencias de la fe inquebrantable. Como Pyre, un mormón devoto, lo que Garfield descubre lo lleva a cuestionar su propia fe.
«Me han hecho muchas veces esa pregunta y todavía no tengo claro por qué me inclino hacia este tipo de papeles. Es algo misterioso. Pienso en cuestiones de espiritualidad, cuestiones de fe y duda, cuestiones de cómo vivir la propia vida, cuestiones del sentido de la vida, y pienso en lo que significa vivir en el filo de la navaja, entre la vida y la muerte. Los personajes que cuestionan el sentido de la vida me hacen pensar en mi propia mortalidad. Me hago muchas preguntas existenciales sobre lo que estamos haciendo aquí, respirando en la tierra. Las películas y los programas de televisión y las historias de espiritualidad que tratan el tema me interesan. Como narrador me siento obligado a cuestionarme, igual como artista, pero también lo hago en mi vida personal» admite Garfield a ABC.
‘Por mandato del cielo’ está basada en un superventas de no ficción escrito por Jon Krakauer sobre una serie de eventos que llevaron al asesinato, en 1984, de Brenda Wright Lafferty, a quien da vida Daisy EdgarJones, y su pequeña hija en un barrio de
Salt Lake Valley (Utah). «He sido admirador de este libro desde su publicación. Jon Krakauer es un magnífico autor con una prosa profunda y fascinante. La historia me pareció emocionante y horrible al mismo tiempo. Diez años después de leerlo, recibí la llamada de Ron Howard (como productor) para protagonizar la serie y me pareció que era el equipo perfecto para llevarla a cabo. No solo hemos honrado lo que escribió Jon Krakauer, sino también la vida de Brenda y Erica Lafferty. No es fácil desenterrar la podredumbre humana sin añadir sensacionalismo, pero lo hemos logrado con esta serie».
El caso se convierte en una investigación tanto espiritual como criminal para Pyre (Garfield), obligado a confrontar la fe en la que fue criado y los episodios más oscuros de su pasado, retratados a través de ‘flashbacks’. Aunque nunca rompe definitivamente con la iglesia, al final de la serie queda claro que se ha desilusionado con las creencias que una vez anclaron su vida. «Quise averiguar todo sobre Pyre y leí el libro escribiendo en los márgenes. Pasé un día entero sintiendo su presencia, pidiéndole que me guiara en el camino de interpretarlo. Le pedí que me dijera cómo ser él de la mejor manera posible y debo admitir que de una manera misteriosa sentí su presencia en el rodaje. Todos nos empapamos de su espiritualidad», concluye el actor británico de 38 años.