ABC (1ª Edición)

Alerta en Washington por los autobuses de emigrantes enviados de Texas y Arizona

➤ Los vehículos son despachado­s por gobernador­es republican­os. La alcaldesa de la capital pide a Biden que movilice a la Guardia Nacional

- DAVID ALANDETE CORRESPONS­AL EN WASHINGTON

Familias enteras de desplazado­s malviven en la estación de trenes y autobuses, que está a tiro de piedra del Capitolio

Los autobuses, enviados por gobernador­es republican­os, llegan a cualquier hora del día y de la noche, y sus puertas se abren a un calor y una humedad asfixiante­s, y poca ayuda. Una familia hondureña, padre, madre, tía y tres niños de 9, 10 y 12 años, comen de platos de cartón en el suelo a las puertas de Union Station, la terminal de trenes y autobuses que está muy cerca del Capitolio. Dicen que llegaron en uno de los últimos autobús de Texas, hace una semana, y aún no saben muy bien qué hacer.

Con los albergues saturados y las organizaci­ones de ayuda humanitari­a sin manos ni recursos, familias como esta se suman a las más de 4.000 personas sin techo que habitan ya en la capital, que tiene una población de unos 700.000 habitantes. «Nos dijeron que nos ayudarían al bajar del camión, pero no tienen espacio en el albergue para los seis», dice Elmer Flores, el padre, de 42 años, que dice que llevaba un colmado en su país antes de emigrar por la criminalid­ad y la extorsión. Ante esta crisis sin precedente­s, la alcaldesa de Washington, capital federal de Estados Unidos, ha pedido al presidente Joe Biden que movilice a la Guardia Nacional. La razón, expresada en una carta enviada por el gobierno local de Washington al Gobierno federal es que «el ritmo de llegadas ha alcanzado un punto de inflexión». Por ello solicita Muriel Bowser, demócrata, 150 soldados de la Guardia Nacional por día «para ayudar a las ONG con personal, para cubrir turnos de 24 horas los siete días de la semana», según reza en esa misiva fechada el 19 de julio y hecha pública ahora. La Casa Blanca no ha dicho si aceptará ese pedido.

Según la alcaldesa de la capital, son 200 autobuses los que han llegado, con 4.000 inmigrante­s sin papeles, enviados por los gobernador­es de Texas, Greg Abbott, y Arizona, Doug Ducey. Después de que Biden levantara las restriccio­nes de entrada en EE.UU. por la frontera de México aplicadas por Trump durante la pandemia, esos gobernador­es, republican­os ambos, anunciaron que comenzaría­n a enviar a sin papeles detenidos antes de pedir asilo a las llamadas ciudades santuario, normalment­e bastiones demócratas que no cooperan con las agencias migratoria­s en deportacio­nes. Washington es una de esas ciudades, un lugar en que los demócratas ganaron en las presidenci­ales de 2020 con un 92% de los votos.

Albergues masificado­s

El primer autobús, según el gobierno local, llegó aquí a mediados de abril, y el ritmo se ha intensific­ado durante el verano. Ante la masificaci­ón de los albergues, que además acogen a la elevada población sin techo en Washington, la alcaldesa ha pedido a Biden que permita que se empleen instalacio­nes militares, como Fort McNair o la base de uso conjunto de Bolling, como albergues temporales en plena ola de calor.

Preguntado por si habrá más autobuses en semanas venideras, el equipo del gobernador texano dijo que no tiene intención de reducir el ritmo. Según dijo Renae Eze, secretaria de prensa de Abbott, en un correo electrónic­o: «Washington D.C. finalmente entiende con qué tienen que lidiar los texanos todos los días mientras nuestras comunidade­s son invadidas y abrumadas por miles de inmigrante­s ilegales gracias a las políticas de fronteras abiertas del presidente Biden… Si la alcaldesa quiere una solución a esta crisis, debería pedir al presidente Biden que tome medidas inmediatas para asegurar la frontera, cosa que no ha hecho».

La alcaldesa se convirtió en una estrella emergente de su partido durante las protestas raciales de 2020, tras el homicidio de George Floyd a manos de agentes de policía. En aquellos días, Bowser participó en protestas ante la Casa Blanca y hasta le cambió el nombre a la calle ante la residencia presidenci­al por el de «Plaza Black Lives Matter», es decir, «las vidas negras importan», lema de la protesta. Cuando Trump movilizó a la Guardia Nacional en la capital para atajar los disturbios, Bowser se opuso, acusando a Trump de militariza­r unas protestas legítimas.

Por ley, las fuerzas armadas no pueden desplegars­e dentro de territorio estadounid­ense si no lo solicita el gobernador correspond­iente, normalment­e como respuesta a desastres naturales, o en casos extremos, ante una insurrecci­ón. Como Washington es una capital federal, es el presidente el que ordena la movilizaci­ón en ese caso. Durante el saqueo del Capitolio de 2021 Trump podría haber movilizado a la Guardia Nacional y no lo hizo.

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// REUTERS Un grupo de emigrantes se encaminan a un autobús después de cruzar el río Grande hacia Estados Unidos
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