El emisario de Salvini contactó con diplomáticos rusos y chinos
➤ El Comité parlamentario de los Servicios Secretos alertó sobre injerencias en la campaña electoral, citando al Kremlin ➤ Berlusconi habló con el embajador ruso: «Me ha explicado la verdad sobre la guerra. Ucrania quería atacar a Rusia»
Se agrava con nuevos detalles el caso de las sombras rusas detrás de la crisis política italiana que acabó con la caída del Gobierno de Mario Draghi. El diario ‘La Stampa’, citando como fuente «documentos de los servicios de Inteligencia», informó ayer que los contactos del líder de la Liga, Matteo Salvini, no solo fueron con diplomáticos de la embajada de Rusia en Roma, sino también de China. El plan de la visita se frustró, porque se proyectó a espaldas del Gobierno Draghi y por el escándalo suscitado en Italia por un viaje considerado surrealista e inconcebible.
‘La Stampa’ ha explicado que en los contactos que el emisario de Salvini, su consejero de relaciones internacionales, el abogado Antonio Capuano, mantuvo en la noche del 27 de mayo con la Embajada rusa no sólo fue informado del plan trazado por los rusos para Salvini en Moscú (un almuerzo con el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y una reunión con el expresidente de la Federación Rusa y exprimer ministro, Dmitri Medvédev, feroz crítico de Occidente), ambos para el 31 de mayo, sino que el consejero de Salvini pidió algo más. Según ‘La Stampa’, Capuano intentó el máximo golpe de efecto de la planeada visita de Salvini a Moscú: «También planteó el deseo de una reunión de Salvini con el presidente Putin, siempre el 31 de mayo», se indica en los documentos de los servicios de inteligencia.
El interlocutor del emisario de Salvini fue Oleg Kostyukov, el número dos de la Embajada rusa. Kostyukov le preguntó si los tres ministros de la Liga en el Ejecutivo estaban «dispuestos a renunciar al Gobierno Draghi», para, sustancialmente, dejarlo caer, dejando así constancia de un interés fáctico de Moscú en la desestabilización de Italia, subraya ‘La Stampa’, citando los documentos de los servicios de Inteligencia. La injerencia es muy grave, porque como destacaba ayer el rotativo, en la fecha en que se produce el encuentro, 27 de mayo, la posibilidad de la caída del Gobierno no está en el debate de ningún partido político; sin embargo, los rusos ya indagan y preguntan por el asunto.
Dos por el precio de uno
De Salvini son conocidas sus particulares relaciones con Moscú y su admiración por Putin. Pero, además, en la planificación del viaje a Moscú, también intentó acercarse a China. Dos países que no pertenecen al sistema tradicional italiano de alianzas europeas y atlánticas. «En abril de 2022, Capuano se habría entrevistado con el jefe de la sección política de la Embajada china en Italia, Zhang Yanyu, precisamente para informarle sobre una misión planeada por el líder de la Liga en Moscú del 3 al 7 de mayo, con el objetivo de reunirse con las instituciones rusas, el ministro de Asuntos Exteriores y el presidente», según el documento de los Servicios Secretos. En su misión en la Embajada de China como asesor del líder de la Liga, Capuano «pidió al diplomático chino la posibilidad de organizar, antes de su regreso de Rusia a Italia, una reunión en Pekín con el ministro chino de Exteriores, Wang Yi».
En la fecha en que los rusos preguntan por el asunto, 27 de mayo, la posibilidad de la caída del Gobierno no estaba en el debate político
El periódico ‘Domani’ desvela el origen de los documentos de Inteligencia visionados por ‘La Stampa’ sobre las conversaciones entre el asesor de Salvini con diplomáticos rusos: «Son interceptaciones preventivas al teléfono de Capuano por parte de los Servicios Secretos (AISI)». Esas conversaciones interceptadas fueron pasadas a ‘La Stampa’ por una fuente interna de los Servicios Secretos, según ‘Domani’.
El riesgo de la injerencia rusa en la política italiana ha sido manifestado en un documento enviado por el presidente del Comité Parlamentario de los Servicios Secretos (Copasir), Adolfo Urso, senador de Fratelli d’Italia, a los presidentes de Cámara y Senado, hace dos semanas, antes de la dimisión de Draghi. Así lo reveló ayer el diario ‘Il Foglio’, destacando que la alarma por las supuestas injerencias suena aún más fuerte en estas horas, tras los nuevos detalles sobre las sombras rusas detrás de la crisis de Gobierno y la caída de Draghi.
Además, el documento del senador Urso enviado a los presidentes de las Cámaras hace referencia a una resolución aprobada por el Parlamento Europeo, el 9 de marzo, sobre la injerencia extranjera en la vida política de los países de la UE. ‘Il Foglio’ recuerda que en el informe aprobado en Estrasbur
Salvini planeaba añadir una extensión a China tras su paso por Moscú, donde aspiraba a tener un encuentro con Putin
go «también se mencionaba la relación de algunos partidos europeos con Rusia, en particular Rusia Unida, el partido de Vladímir Putin». En este contexto se incluyen los famosos ‘acuerdos de cooperación’ entre esa formación y la Liga de Salvini. El próximo miércoles será escuchada en el Copasir la jefa de servicios secretos, Elisabetta Belloni.
Charlas de Berlusconi
En medio de esta tormenta política aparece también el nombre del líder de Forza Italia, Silvio Berlusconi, cuya amistad con el presidente Putin viene de lejos. Berlusconi se alineó con Salvini en la caída de Draghi, lo que ha motivado el abandono de importantes figuras del partido, entre ellas los tres ministros de Forza Italia en el Gobierno. El diario ‘La Repubblica’ destacó ayer que Berlusconi habló con el embajador ruso en Roma, Serguéi Razov, un halcón por su dureza, resumiendo así Il Cavaliere a sus allegados el contenido de su conversación: «Me ha explicado la verdad sobre la guerra. Ucrania quería atacar a Rusia». ‘La Repubblica’ escribe que «en las horas previas al voto de confianza en el Senado, votación que enviaría a casa al Gobierno de Draghi, Silvio Berlusconi estaba hablando por teléfono con el embajador ruso. A sus ministros de Forza Italia, en aquellos momentos de tensión de la vida política italiana, Il Cavaliere les explicó que Razov le decía que «fue Ucrania la que causó veinte mil víctimas en las zonas en disputa, y que la invasión era necesaria porque el riesgo era que Ucrania atacara a Rusia».
La política exterior italiana se ha convertido así en un tema muy candente en la campaña electoral, con una gran polémica que intenta ser aprovechado por Giorgia Meloni, líder de Fratelli d’Italia, primer partido del país, probable ganador de las elecciones en coalición con los partidos del centro derecha, según las encuestas. «Reiteramos que seremos garantes inequívocos de la posición italiana y del apoyo absoluto a la heroica batalla del pueblo ucraniano. Una Italia liderada por Fratelli d’Italia y el centroderecha será fiable en los organismos internacionales». Estas palabras de Meloni son un claro mensaje para transmitir confianza, dirigido a Estados Unidos y la OTAN, y por supuesto a la Unión Europea, aunque con Bruselas las relaciones de Fratelli d’Italia son tensas.