ABC (1ª Edición)

El arruinado Barcelona es el club de las grandes ligas que más ha gastado

▶ Solo los fichajes de Lewandowsk­i, Koundé y Raphinha suman 153 millones de euros, pero el mercado estival azulgrana aún no ha terminado

- IVÁN MARTÍN

En el estío del año pasado, con toneladas de dolor y estupor en el seno del Fútbol Club Barcelona, Messi hizo las maletas y se marchó a París. El equipo de su vida no podía afrontar el límite salarial de La Liga; los sueldos desorbitad­os de sus vacas sagradas y el derroche masivo durante lustros habían arruinado a una entidad que un día pareció modélica. El Barça, con el Camp Nou gris, descuidado y semivacío, sin capacidad económica para competir por la Champions, vivió una temporada de amargura salpicada con pocos momentos de euforia, como el 0-4 en el Bernabéu.

La caída en la Europa League ante el Eintracht y la decimocuar­ta Copa de Europa del Real Madrid aún escuecen en la Ciudad Condal, pero esta ventana veraniega de traspasos está devolviend­o la ilusión al barcelonis­mo. Las palancas (o hipotecas) de Joan Laporta han llenado de liquidez las arcas del club y Mateu Alemany, con maestría, ha vuelto a construir un Barcelona temible. Llegó Lewandowsk­i por 45 millones de euros, Koundé por 50, Raphinha por 58 –además de Kessie y Christense­n, ambos a coste cero al acabar sus respectivo­s contratos– y cuando julio llega a su ocaso, el Barça es la entidad que más dinero ha gastado entre los grandes clubes europeos (153 millones). Y encima, el periplo de los de Xavi en el mercado aún no ha terminado. Mientras Laporta fantasea con concluir su obra con el retorno de Messi, el club trabaja la incorporac­ión de dos laterales. Marcos Alonso y Azpilicuet­a, ambos del Chelsea, son los preferidos de la dirección deportiva azulgrana.

La Liga continúa a la baja

Pese al inesperado brío del Barcelona en este verano, el fútbol español atraviesa una crisis que amenaza con ser endémica. De momento, aunque la patología no parece deportiva –el éxito continenta­l se encarga de demostrarl­o año a año–, sí sufre una herida económica profunda. Tal es así, que de los 385 millones que se han gastado en Primera, una cantidad ínfima comparada con los más de mil de la Premier League o los 523 de la Serie A, el 60, 51% del total (231 millones) lo asumen entre Real Madrid y Barcelona. En tiempos de penumbra, la brecha entre ricos y pobres se acentúa.

Asimismo, hace ya bastantes veranos que los clubes nobles nacionales no salen al mercado de fichajes con la superiorid­ad de antaño: España ya no es el destino predilecto para los grandes talentos, que hoy prefieren acudir a las fortunas inglesas. Así, un club como el Leeds que luchó hasta el final de curso para no bajar a la Championsh­ip, se ha gastado ya 108,5 millones este verano. Otro ejemplo que ayuda a entender este fenómeno es el caso del Nottingham Forest. El bicampeón de Europa, tras más de 20 años fuera de la élite, acaba de ascender a la Premier y ha invertido 82 millones de euros en jugadores. De esta manera, entre los 20 equipos que más capital han pagado en la actual ventana de traspasos, diez son británicos y solamente dos (Real Madrid y Barcelona) son españoles. Incluso Italia, a la espera de más movimiento­s de Inter y Milan, tiene a tres clubes entre estos 20 equipos (Juventus, Atalanta y Nápoles).

Por otra parte, los 80 millones pagados por el Real Madrid solo correspond­en al traspaso de Aurélien Tchouaméni, el que es hasta el momento el fichaje más caro de un periodo estival, al que aún le resta un mes, en el que no se esperan grandes desembolso­s. El club blanco, otrora protagonis­ta absoluto de numerosos mercados, no planea reforzar más su plantilla. Sin embargo, si Ceballos o Asensio salieran del club en agosto, el Real Madrid se plantearía buscar un delantero centro para suplir al irremplaza­ble Benzema, el único nueve de los de Ancelotti.

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// EFE Jules Koundé posa como nuevo jugador del Barcelona
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