Mercenarios rusos ayudan a mafias que trafican con pateras en Libia
Embarcaciones con hasta 600 personas parten de Cirenaica, región de influencia rusa, rumbo a Italia
El arma de los inmigrantes está siendo utilizada contra Italia y Europa desde las costas de Libia bajo el control de las milicias del general Haftar, que es sostenido por al menos dos mil mercenarios del Grupo Wagner ligados a Rusia. Así lo destaca ‘La Repubblica’, que recoge de fuentes de los servicios de seguridad italianos esta explicación: «Libia es un cañón apuntando a la campaña electoral italiana: la inmigración es quizás el arma más poderosa para quienes tienen interés en desestabilizar y, por tanto, en interferir en las elecciones generales de septiembre».
En los últimos días está aumentando el número de inmigrantes que llegan a las costas del sur de Italia, procedentes de dos áreas en particular, las costas cercanas a los puertos de Derna y de Tobruk, casi inactivas en los últimos años y que ahora vuelven a contar con centros de inmigrantes. Ese territorio corresponde a la Cirenaica, región situada en la costa noreste libia, controlada por el general Jalifa Haftar. Desde ahí están partiendo las pateras y viejos pesqueros desvencijados, en los que se hacinan entre 500 y 600 personas, con grave riesgo de naufragio porque navegan sin las mínimas condiciones de seguridad. «Salimos de un pequeño puerto cerca de la frontera con Egipto», declaró hace una semana un niño rescatado por la Guardia Costera italiana en una patera que estaba naufragado. Con él iban otros 674 inmigrantes: sirios, egipcios y palestinos. Cinco habían muerto de hambre y sed. Entre el domingo y el martes han llegado a la isla de Lampedusa 72 lanchas neumáticas cargadas de inmigrantes procedentes de Libia y Túnez.
Los inmigrantes que han desembarcado en Italia desde principios de este año son 38.778, frente a 27.771 durante todo el año 2021. En 2020, en plena pandemia, llegaron 12.999 inmigrantes. Después de unos datos decrecientes en febrero y marzo de este año, comenzó a registrarse un aumento sospechoso en abril y mayo, que ha continuado en junio y julio. Según ‘La Repubblica’, los servicios de Inteligencia italianos dieron la voz de alarma semanas después del inicio de la guerra en Ucrania el 24 de febrero, advirtiendo que Moscú podría usar su gran influencia en Cirenaica para facilitar y aumentar las salidas de inmigrantes, con la consecuencia de incrementar las solicitudes de asilo.
«Bloqueo naval»
La inmigración, junto a la seguridad y orden público, se ha convertido ya en uno de los principales temas de la campaña electoral para las elecciones generales del 25 de septiembre, que probablemente, según indican las encuestas, ganará la derecha. Mientras Giorgia Meloni, líder de Fratelli d’Italia, primer partido del país, reitera su idea de ‘bloqueos navales’ frente a las costas libias para impedir la salida de las pateras, su aliado de coalición, Matteo Salvini, líder de la Liga, relanzaba, en coincidencia con la caída del Gobierno Draghi, su principal bandera electoral: «Clandestinos y falsos refugiados, narcotraficantes y violadores: ¡todos en casa a partir del 25 de septiembre!». Salvini, que fue ministro del Interior en el primer Gobierno de Giuseppe Conte, parece verse ya de nuevo en ese cargo hasta el punto de afirmar en un tuit: «Vuelve la seguridad, vuelve el coraje. Defender nuevamente las fronteras italianas tras los repetidos fracasos de la Lamorgese (actual ministra del Interior en funciones), lo hará el próximo ministro del Interior».
Matteo Salvini comparaba ayer cifras de los inmigrantes llegados a Italia en este mes de julio con los ingresos de su etapa como ministro del Interior: «Estos son los resultados de un ministro totalmente incapaz (Lamorgese): solo en el mes de julio de este año hubo 13.537 desembarcos, más que en todo 2019, cuando entraron 11.471». Salvini repite que si vuelve al Gobierno, su primer decreto será sobre seguridad con «cero clandestinos».