Laura Corsini rinde homenaje a las mujeres de su vida en su boda con Javier Ibáñez
» La diseñadora y el empresario se dieron el ‘sí, quiero’ en la iglesia de San Adrián tras ocho meses prometidos
Desde que comenzó el periodo estival, son muchas las parejas que han decidido sellar su amor. Laura Corsini ha sido la última en pasar por el altar junto a su ya marido Javier Ibáñez, quien le pidió matrimonio el pasado octubre en Comillas, ciudad en la que contrajeron matrimonio el viernes dado que se trata de una tierra con gran significado para ellos. Y, por fin, se ha podido saber uno de los secretos mejor guardados de la novia: su estilismo nupcial. En un día tan bonito, la fundadora de la firma Bimani quiso rendir homenaje, con sus vestidos, a las mujeres que han marcado su vida.
Unos minutos antes de entrar en la iglesia de San Adrián, Corsini publicó una carta en la que explicó el motivo de la elección de su primer vestido: «Os cuento un secreto antes de cruzar esa puerta, me caso con el vestido más especial para mí. Formó parte de una historia de amor que duró más de 60 años. Una vida repleta de cariño, admiración y respeto como la que quiero empezar junto a Javier». Y es que, el vestido elegido es con el que se casó su abuela Carmina en 1958. Un precioso traje atemporal cuyo diseño destaca por su cuello redondo, manga francesa, corte a la cintura y falda en línea A. «Se han dedicado más de 100 horas para conservar su estado original», escribió.
Pero el homenaje no terminó ahí. La prima de Belén Corsini, también tuvo en cuenta a su hermana Alejandra.
De mantilla a vestido
En su segundo vestido, Laura confió en las manos de Fátima González, que fue la encargada de crear, a partir de la mantilla que llevó su consanguínea durante su boda, el elegante diseño de cuello redondo cerrado en la espalda junto a una hilera de botones, mangas cortas semitransparentes y falda de vuelo con la que deslumbró a todos los invitados durante el baile nupcial.
Y como no podía ser de otra forma, la prima de la duquesa de Osorno y mujer de Carlos
Fitz-James Stuart y Solís, se puso un tercer vestido diseñado por ella misma bajo la firma de Bimani. Se trata de un dos piezas compuesto por una falda tubo y abertura trasera y una chaqueta de manga francesa con la espalda abierta acompañada con un gran lazo en el cuello que caía hacia la espalda de la recién casada.
Por su parte, el novio optó por un chaqué color gris acompañado de una camisa blanca. Tras la ceremonia, los recién casados pusieron rumbo a una finca en la que pasaron las horas posteriores al enlace y en la que pudieron disfrutar de la compañía de sus allegados en un día tan especial.
«Me caso con el vestido más especial para mí. Formó parte de una historia de amor que duró más de 60 años»