Aragonès gobierna a golpe de decreto ley: 28 en 16 meses
▶ El Parlament catalán cierra un periodo de sesiones convulso y con incertidumbres
El Parlament catalán está de vacaciones hasta el 16 de agosto. Cerró ayer el tercer periodo de sesiones y el cuarto arrancará con la incertidumbre de tener a su presidenta, Laura Borràs (Junts), suspendida de atribuciones, deberes y derechos. Una anomalía más de la política catalana, que se entremezcla con la acción de los tribunales y que se arrastra desde que Artur Mas, allá por 2012, decidió que CiU se sumase al independentismo unilateral y diera rienda suelta a la inestabilidad política. Aunque los hechos de otoño de 2017 parecen lejos, la inseguridad y sus secuelas siguen presente. Pere Aragonès (ERC), sucesor de Mas tras Carles Puigdemont y Quim Torra que gobierna en minoría con Junts, lleva aprobados y convalidados 28 decretos ley desde que arrancó la actual legislatura, en marzo de 2021.
De los barros de 2017, cuando las formaciones independentistas modificaron el Reglamento de la Cámara catalana a su acomodo para el empuje final del ‘procés’, llegan los lodos que ahora se llevan por delante a Borràs. También redujeron las vacaciones estivales del Parlament, su actividad en realidad, para poder llegar a tiempo al 1 de octubre, pasando por el pleno del 6 y 7 de septiembre de hace ahora cinco años. Es decir, los periodos de sesiones son más largos. Sin embargo, no será hasta el 1 de septiembre cuando se retome la actividad ordinaria y habrá que esperar al 27 de ese mismo mes para el primer pleno del curso político: el debate de política general.
De momento, el balance de los últimos 16 meses es de diez leyes aprobadas (entre estas, dos son las de los presupuestos para 2022, una es para evitar el cumplimiento de la sentencia del 25 por ciento de español en las aulas de las escuelas y los institutos y otra, por ejemplo, es para articular el Fondo Complementario de Riesgos de la Generalitat para avalar con dinero público las fianzas del Tribunal de Cuentas a los líderes del ‘procés’) y 28 decretos ley convalidados en 36 sesiones en las que se ha reunido el pleno. Pendientes quedan 51 iniciativas legislativas (cinco son proyectos de ley del Govern, 38 son proposiciones de ley de los grupos parlamentarios y ocho son iniciativas populares).
En relación a los decretos ley del Govern convalidados por el Parlament, 16 fueron durante 2021 y el resto, 12,
Se ha cambiado la numeración de la legislatura, inhabilitado a un miembro de la Mesa y suspendido a la presidenta
El Parlament solo ha conseguido aprobar diez leyes, de las que dos son las de presupuestos y otra, para incumplir el 25% de español
en lo que va de este año. Entre estas 28 normas están, por ejemplo, el que regula los proyectos lingüísticos escolares y que trata de impedir aplicar el bilingüismo en los centros educativos –recurrido ante el Tribunal Constitucional por el PP y Cs–, el de medidas urgentes en materia de alquiler de vehículos con conductor y el de medidas urgentes para contribuir a paliar los efectos del conflicto bélico de Ucrania en Cataluña. Está previsto que hoy Aragonès haga balance de lo que va de legislatura, tras la última reunión del Govern antes de las vacaciones.
De la XIII a la XIV
Más allá de los datos estadísticos, la legislatura autonómica catalana actual arrancó con un cambio de numeración. A la surgida de las elecciones de febrero de 2021 le correspondía el número XIII, pero los independentistas y los comunes aprobaron cambiar la numeración y la actual se transformó en la XIV. Obsesionados con apartarse de la Constitución de 1978, aprobaron en junio de 2021 reconocer como primera legislatura del Parlament la que surgió de las elecciones republicanas de 1932 (cita en la que solo pudieron votar los varones mayores de 25 años). Un cambio oficial con sus correspondientes problemas burocráticos. Obra con huella de Borràs.
En esta legislatura, que nació siendo la XIII y se ha convertido en la XIV, la inestabilidad sigue presente. Pau Juvillà (CUP) fue elegido secretario tercero de la Mesa pero tuvo que dejar su cargo y el acta de diputado, por orden de la Junta Electoral Central, tras ser condenado a seis meses de inhabilitación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por unos hechos de 2019, cuando era concejal en Lérida y se negó a cumplir con la ley que impide el uso de los espacios públicos para beneficio partidista. Borràs lo ‘fulminó’ sin contemplaciones, aunque se había negado a ello.
Otra incertidumbre –que hereda Alba Vergés (ERC), sucesora temporal de Borràs– es la prohibición del voto delegado de Lluís Puig, exconsejero autonómico y fugado de la Justicia en Bélgica. Borràs aseguró que mantendría la delegación aunque el Constitucional lo impide. Está por ver qué dice el acta del último pleno, que no se conocerá hasta la celebración del próximo pleno, el 27 de septiembre.
El Parlament se va de vacaciones, pero la inestabilidad parece que volverá tras el periodo estival.