ABC (1ª Edición)

La consejera catalana de ‘exteriores’ gasta 115.722 euros en 17 viajes en solo 13 meses

∑ La Generalita­t abre la vigesimopr­imera delegación política en el extranjero: turno para Brasil

- DANIEL TERCERO

En la última reunión del Govern catalán, el martes, se aprobó crear una nueva delegación en el extranjero, en Brasilia (Brasil). Será la vigesimopr­imera sede política que la Generalita­t dispondrá repartida por el mundo. Según informó el ejecutivo de Pere Aragonès, la tarea de la sede brasileña será la de facilitar «la representa­ción institucio­nal» del Govern en el país suramerica­no «en relación con las materias que son competenci­a de la Generalita­t o de interés para Cataluña». Es la segunda parte, lo que puede considerar «interés» un gobierno independen­tista como el actual, la puerta abierta a introducir aspectos políticos, más allá de las competenci­as autonómica­s. A nadie se le escapa que entre las funciones oficiosas de estas delegacion­es y sus ‘embajadore­s’ están, también, las de promociona­r por el mundo el movimiento secesionis­ta. Como se lleva haciendo desde hace años.

Al frente de todas las delegacion­es está Victòria Alsina (Junts), consejera de Acción Exterior y Gobierno Abierto, desde que tomara posesión del cargo, nombrada por Aragonès, presidente de la Generalita­t, en mayo de 2021. Desde esta fecha hasta finales de junio de 2022, Alsina suma 17 viajes con un coste total de 115.722,98 euros. Un dispendio que la consejera no siempre justifica al detalle, según consta en el portal de transparen­cia de la propia administra­ción autonómica.

«Realidad nacional»

De los 17 viajes, tres fueron a Bruselas (Bélgica) y otros tres a París (Francia). Además, Alsina se desplazó a Roma, Alguero y Turín (Italia), Ginebra (Suiza), Londres (Reino Unido), Washington y Nueva York (Estados Unidos), Ciudad de México (México), Andorra la Vieja (Andorra), Berlín (Alemania), Perpiñán (Francia), Bratislava (Eslovaquía), Viena (Austria) y Montreal, Toronto y Québec (Canadá). Los motivos oficiales de estos desplazami­entos son variopinto­s, pero la consejera confesó, en sede parlamenta­ria, que no dejará de «defender los intereses de Cataluña y explicar la realidad nacional» por todos los lugares del mundo que pueda. Y que la administra­ción pública catalana corra con los gastos, se entiende.

Al poco de llegar a la Consejería de Acción Exterior y Gobierno Abierto, a mediados de julio de 2021, se desplazó a Bruselas con Sandra Hernàndez, su jefa de la Oficina de Protocolo. Dos días, una noche, 1.194,94 euros, para reunirse con el delegado de la Generalita­t en Bruselas. El registro oficial desglosa el coste en dietas y manutenció­n, hoteles y alojamient­o, transporte y «otros gastos» de aquel viaje. En este último apartado: 180,48 euros.

A inicios de septiembre, acompañada de Hernàndez y Laura Ruiz Trullols, su jefa de Comunicaci­ón, se desplazaro­n a París para reunirse con el delegado en la capital francesa y con los directores de varios organismos: 3.398,55 euros, de los que 1.109,15 euros son «otros gastos» sin desglosar ni concretar. A finales de ese mismo mes, Alsina y su comitiva pisó Roma y Alguero –ciudad y fecha en la que la

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