Un gran incendio de combustible en Cuba provoca miles de evacuados
∑ Iniciado el viernes por un rayo, hasta el momento ha dejado un muerto, dieciséis desaparecidos y más de un centenar de heridos
Sesenta horas después de que se iniciara el incendio en la Base de Supertanqueros de Matanzas (Cuba), este no había sido extinguido. El fuego continuaba fuera de control y, hasta el cierre de esta edición, había dejado un saldo de 16 bomberos desaparecidos, uno fallecido, y 122 personas heridas, de las que 98 ya han recibido el alta médica y 24 permanecen hospitalizadas –cinco en estado crítico y tres graves–.
El ministro de Salud Pública (Minsap), José Ángel Portal Miranda, explicó que «los casos más complejos los estamos trasladando hacia La Habana para poder curarlos, para poder salvarles la vida». El gobernador de Matanzas, Mario Sabines, aseguró que los heridos fueron, en su mayoría, «compañeros que estuvieron toda la madrugada luchando con nosotros por extinguir el fuego. Nos dolió muchísimo y nos sigue doliendo».
Según la versión oficial, el incendio se inició el viernes después de que un rayo impactara en uno de los tanques de combustible. El director de la División Territorial de Comercialización de Combustibles de Matanzas, Rigel Rodríguez Cubells, explicó que la Base de Supertanqueros cuenta con un sistema de pararrayos pero, al parecer, la descarga fue más alta que lo que pudo proteger este.
Un reporte de la oficial Agencia Cubana de Noticias (ACN) expuso que el tanque de crudo nacional impactado por la descarga eléctrica, y ahora por el incendio, se encontraba al 50% de su capacidad, que es de 50.000 metros cúbicos. Hasta ahora el fuego ha alcanzado a dos de los ocho tanques. Las autoridades aseguraron ayer que un tercer tanque no se ha visto dañado por el fuego, aunque corría peligro de explosión.
«No esperen que pueda apagarse a no ser que se cuente con una cantidad de recursos muy grandes», alertó el bombero y especialista en incendios, Rolando Isaac Nogueira Castro. «Muchos países no tienen la capacidad para enfrentar incendios de esta magnitud, y los tanques se dejan quemar de forma controlada. Es decir, ya el depósito no se puede salvar y el combustible menos, así que para no arriesgar la vida de los bomberos, se evita una propagación y el incendio se deja arder. Cuando se va gastando el combustible, entonces se apaga», afirmó Nogueira, que admitió que hasta el momento nunca en Cuba había tenido lugar un incendio de tal magnitud y complejidad.
Mientras las autoridades de Matanzas aseguraban que no existía peligro de expansión del incendio hacia la ciudad, la nube de humo se extendía, llegando incluso a La Habana, situada a más de cien kilómetros del lugar. Ante el peligro por los gases tóxicos que desprende, habitantes de la ciudad de Matanzas comenzaron a abandonar sus casas por sus medios. La prensa oficial notificó ayer que más de 4.000 personas habían sido evacuadas de las zonas cercanas al incendio.
Nube tóxica
El Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente informó ayer, en rueda de prensa, que el incendio había provocado un aumento de emisiones de gas y, por tanto, de contaminación. La nube tiene dióxido de azufre, óxido de nitrógeno y monóxido de carbono, entre otras sustancias, que están cayendo sobre Matanzas, Mayabeque y La Habana. El peligro aumenta en caso de lluvia. Por estos motivos, el Citma ha llamado a los habitantes de las zonas en peligro a mantener las mascarillas sanitarias y a no exponerse a la lluvia.
Por su parte, la madrugada del domingo la empresa de petróleo y gas natural Cupet comenzó a evacuar de la Base de Supertanqueros 520 metros cúbicos de combustible. Al puerto de Matanzas llegó el buque María Cristina, con capacidad para evacuar seis mil toneladas de combustible.
La prensa oficial apenas ha hecho referencia a los 16 desaparecidos, todos bomberos, algunos de ellos jóvenes del servicio militar de entre 17 y 21 años, enviados a aplacar el incendio pese a no tener experiencias de este tipo. El presidente Miguel Díaz-Canel, que visitó ayer Matanzas, declaró que «todavía quedan días fuertes de trabajo; en la medida que podamos sofocar el incendio podremos iniciar la búsqueda de los desaparecidos».