El pistolero de Tarragona recibirá la eutanasia el 23 de agosto
∑ El Constitucional rechaza el recurso de los mossos heridos para paralizar la muerte asistida
El pistolero de Tarragona recibirá la eutanasia el próximo 23 de agosto. No será juzgado por tentativa de homicidio, tras disparar contra tres compañeros de trabajo el pasado diciembre y herir a dos mossos d’esquadra durante su huida. El Tribunal Constitucional ha rechazado admitir a trámite el recurso de los agentes para tratar de paralizar la muerte asistida de Marin Eugen Sabau, de origen rumano y 46 años. Según reza la providencia, a la que ha tenido acceso ABC, los magistrados consideran que no existe ninguna violación de derechos fundamentales y tampoco trascendencia constitucional para frenar el proceso.
Tras el ataque en la sede de Securitas en Tarragona, Sabau se atrincheró en una masía donde, pertrechado con varias armas y un chaleco antibalas, desoyó los avisos de los negociadores para entregarse. Fue entonces cuando el grupo de élite de la Policía catalana lo neutralizó. Por los disparos, el tirador sufre una tetraplejia irreversible, también le amputaron una pierna y es totalmente dependiente.
Tras permanecer ingresado en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, pasó a cumplir prisión preventiva en el Hospital Penitenciario de Tarrasa, cuyos profesionales dieron el visto bueno a que el acusado acabase con su vida, al considerar que cumple con los requisitos de «sufrimiento grave, crónico e imposibilitante».
Un derecho fundamental
La defensa de los agentes heridos, del sindicato Uspac, recurrió la autorización, alegando una vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva, pero el Juzgado de Instrucción 5 de Tarragona desestimó paralizar el proceso. Ante dicha negativa, el abogado José Antonio Bitos presentó otro recurso ante la Audiencia Provincial, que ratificó dicha decisión al considerar que un solicitante de eutanasia, investigado en una causa penal, «no precisa de autorización judicial» para morir.
Tanto para el instructor, como para la Sala, la eutanasia de Sabau se trata de un derecho fundamental, en la esfera de otros como al de la integridad física y moral, la dignidad humana, el valor superior de la libertad y la libertad ideológica y de conciencia. «El investigado se encuentra en un estado de salud grave, que le origina sufrimientos constantes e insoportables, sin posibilidad de alivio, con un pronóstico de vida limitado. Sin duda, someterlo a un proceso penal supondría una intolerable afectación a su dignidad y a su integridad física y moral», reza el escrito de la Audiencia. Motivo por el que el derecho a morir del pistolero tiene prioridad sobre el de la tutela judicial efectiva que invocan sus víctimas.