Corea del Sur indulta al heredero del imperio Samsung, involucrado en un caso de sobornos
▶ El segundo hombre más rico del país llevaba dos años y medio en prisión
A la hora de perdonar, quién necesita propósito de enmienda teniendo voluntad política. Lo saben en Corea del Sur, cuyo Gobierno indultó ayer al heredero de Samsung y su líder de facto, Lee Jae-yong.
El segundo hombre más rico del país, con un patrimonio valorado en casi 8.000 millones de euros, salió en libertad condicional en agosto del año pasado tras dos años y medio entre rejas por su involucración en una red de sobornos. Su sentencia acabó a finales del pasado mes de agosto, pero necesitaba del perdón oficial para recuperar todos sus derechos.
Ahora, liberado de las restricciones por la gracia presidencial, podrá retomar el control de Samsung. Lee ostenta el cargo de vicepresidente, pero ha llevado sus riendas de manera extraoficial desde al menos 2015. El gigante tecnológico se ha visto obligado a postergar importantes decisiones estratégicas en espera de este momento.
Samsung se encuentra inmerso en un vacío de liderazgo a causa de los escándalos judiciales de Lee, que se remontan a 2017, y el fallecimiento en octubre de 2020 de su padre y fundador de la casa, Lee Kun-hee. También él estuvo en la cárcel en 1995 y 2008 por malversación de fondos, evasión fiscal y soborno; y también en ambas ocasiones fue indultado por las autoridades.
Ante el bloqueo de Samsung, el Gobierno ha presentado la decisión como una manera de impulsar la economía. «Ante la urgente necesidad de superar la crisis económica nacional, hemos seleccionado como destinatarios del indulto a líderes que puedan reactivar el crecimiento a través de la inversión en tecnología y la creación de empleo», afirmó en rueda de prensa el ministro de Justicia, Han Dong-hoon; palabras refrendadas después por el presidente Yoon Suk-yeol.
El propio Lee recurrió a esta narrativa en su reacción. «Trabajaré duro en favor de la economía», aseguró al conocerse la medida ante los periodistas congregados en el Tribunal del Distrito Central de Seúl, en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap. El empresario, sin embargo, enfrenta una acusación de fraude en un proceso judicial todavía activo que investiga la fusión de varias subsidiarias de Samsung.
Perdón colectivo
Junto a él, otras 1.692 personas han sido amnistiadas con motivo del ‘Gwangbokjeol’ o Día de la Liberación, que celebra cada 15 de agosto el fin de la ocupación japonesa. Fuera de la lista ha quedado el expresidente Lee Myung-bak, quien desde 2018 cumple 17 años de cárcel por aceptación de sobornos, malversación y evasión de impuestos.
Corea del Sur acostumbra a realizar indultos colectivos durante las fiestas nacionales. Entre los 3.095 afortunados de las últimas Navidades estuvo la expresidenta Park Geun-hye, condenada a 22 años de cárcel por un escándalo de tráfico de influencias que provocó movilizaciones multitudinarias hasta acabar con su dimisión, también con el encarcelamiento de Lee.
Muy a menudo, la indulgencia gubernamental beneficia a políticos caídos en desgracia o representantes de las ‘chaebols’, grandes empresas familiares que todavía juegan un papel destacado en la economía surcoreana; decisiones que son motivo recurrente de descontento social. Para algunos perdones, resulta más útil el calendario que el confesionario.