Venezuela y Colombia reactivan sus relaciones diplomáticas
La reapertura de las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia va viento en popa. Tras siete años de ruptura, el régimen de Nicolás Maduro decidió dar el primer paso para designar a su embajador en Bogotá, el excanciller Félix Plasencia, y en reciprocidad, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, nombró al suyo, Armando Benedetti, para representarlo en Caracas. El mandatario colombiano ha marcado un nuevo estilo de diplomacia con sus aliados históricos, midiendo las decisiones sin precipitarse. Petro detalló que Benedetti tendrá la labor de «restablecer la institucionalidad» que existía entre ambas naciones y así garantizar las libertades de los habitantes de la frontera y «lograr que entre Colombia y Venezuela se puedan construir riquezas para ambos pueblos».
Aún no hay fecha oficial sobre la reapertura de la frontera y de las relaciones diplomáticas, pero Benedetti ya habla de cifras de un intercambio comercial ambicioso para entusiasmar a los empresarios de cara al futuro promisorio: «Presidente Petro, lo sorprenderé cuando lleguemos a 10.000 millones de dólares en intercambio comercial, cuando beneficiemos a los más de ocho millones de colombianos que viven en la frontera. Ninguna línea imaginaria nos volverá a separar como hermanos. ¡Gracias por su confianza!», escribió en Twitter. Pero el entusiasta embajador de Colombia no dedicó ni una línea a explicar cómo enfrentará la migración de los 2,2 millones de refugiados venezolanos y su permanencia en Colombia.
Por su parte, Nicolás Maduro anunció que la cancillería de Venezuela comenzó los trámites para que se reciba el beneplácito de las autoridades colombianas a la designación de Félix Plasencia. «Pronto estará en Bogotá», añadió el presidente venezolano. A finales de julio, delegaciones de ambos países dialogaron sobre catorce puntos de colaboración, entre los que destaca el fortalecimiento del intercambio comercial y económico tras acordar reabrir la frontera de forma gradual.