Hispanista y ‘aubista’ apasionado
Gérard Malgat (1951-2022)
Interesado por la España del siglo pasado, empezó estudiando la aventura de las emisiones en español de Radio París. Se especializó luego en Max Aub, convirtiéndose en uno de sus grandes estudiosos
DESDE París, el pasado día 5, un mensaje de Michel Lefebvre-Peña me informaba escuetamente de la muerte de Gérard Malgat. Y añadía: «Es como si Max Aub muriera por segunda vez». Cierto. Gran tristeza. Hace 23 años que conocí, en la benemérita Fundación Max Aub de Segorbe, al fallecido. Andábamos los dos investigando en la biblioteca del escritor. Se me presentó como un aubista francés. Caigo ahora en la cuenta de que, en la estantería delante de la cual coincidimos, yo acababa de descubrir la antología mexicana ‘Agorismo’ (1929). Y de que en ella salen unos poemas de Gilberto Bosques, otro por cuya memoria él, más tarde, libraría combates eficaces.
Tras largos años como maestro en Clamart (Hautsde-Seine), Malgat, nacido en Ablis (Yvelines), se integró luego, en su segunda vida, al departamento de lenguas ibéricas de Nanterre, donde en 1997 su tesis de grado versó sobre las emisiones en español de Radio París. Aub vendría después, y se convertiría para él en una auténtica obsesión. Fundamental su tesis doctoral, de 2002, dirigida por Jacques Maurice, y de expresivo título, ‘Max Aub y Francia o la esperanza traicionada’ (2007), publicada por Renacimiento, y luego en francés, en 2013, por L’atineur. Asimismo importante su libro ‘André Malraux y Max Aub’ (2011), publicado por Pagès, y en gran medida centrado en el rodaje de ‘Sierra de Teruel’, aunque también relata el papel del francés en la traducción del Jusep Torres Campalans por Gallimard. Recordemos además el gran congreso aubiano que desde Nanterre organizó en 2014 en el Cervantes de París, que en su marco lanzó la ‘Ruta Cervantes’, dedicada al escritor, y de la autoría de su estudioso. O su prólogo, en 2019, a la reedición, por la granadina Cuadernos del Vigía, de ‘Campo de los almendros’.
Fueron sus investigaciones aubianas las que condujeron a Malgat a interesarse por la vida y milagros del escritor y diplomático mexicano Gilberto Bosques, y a emprender una auténtica cruzada en pro de su memoria. La de quien consiguió que, tras muchas peripecias, Aub llegara a México en 1942. Y de quien luchó denodadamente, y con éxito, porque su país acogiera a numerosos judíos que de lo contrario habrían perecido en el Holocausto. La completísima biografía que le dedicó, prologada por Stéphane Hessel, salió en español como ‘Gilberto Bosques o la diplomacia al servicio de la libertad: París-Marsella 1939-1942’ (2012), en Renacimiento, y luego en francés, en 2013, en L’Atineur. Con toda lógica, en 2013 apareció una reedición mexicana del volumen, a cargo de Conaculta.
Siempre recordaremos a Gérard. Sus múltiples saberes, y su condición de erudito preciso, y a la vez apasionado. Pero también su cordialidad, su generosidad, su disponibilidad. Nuestro más sentido pésame a su compañera, la colombiana Fabiola Rodríguez, responsable del departamento hispánico de la BibSliothèque Nationale de France.