«Feijóo genera confianza a izquierda y derecha y así construye la mayoría»
«Sánchez se equivoca de enemigo, debería ver en el Partido Popular un partido de Estado, dispuesto a llegar a grandes acuerdos»
Miguel Tellado, mano derecha de Alberto Núñez Feijóo y primer ‘fontanero’ en Génova, dedica el mes de agosto a recorrer España para apagar los últimos polvorines internos que la nueva dirección del partido heredó del pasado. En los últimos días el PP ha dado por apagado el incendio político de Cantabria, que no es poco, después de hacer lo propio en Extremadura. El vicesecretario de Organización defiende un partido tan diverso como España, y evita cualquier fricción con los barones. Tiene la instrucción de Feijóo de lograr un partido unido y en paz en todos los territorios para dedicarse a la tarea de poner fin al ‘sanchismo’ cuanto antes. —¿Alguien del Gobierno se ha puesto en contacto con el PP para buscar un acuerdo sobre el decreto de ahorro energético?
—Ha habido contactos con los grupos parlamentarios, pero el decreto no lo conocía nadie, probablemente ni siquiera la mitad del Gobierno conocía el decreto que impulsaba la otra mitad. Es una propuesta unilateral del Gobierno, un cúmulo de ocurrencias, y nadie ha medido las consecuencias económicas que puede tener para los sectores afectados. Es una irresponsabilidad, pone de manifiesto la soberbia de Sánchez. Lo que reclamamos es diálogo y consenso. El Gobierno se esconde en la cortina de humo de la corbata y los escaparates para no hablar de la España real.
—¿Y ha habido contactos para consensuar medidas que sirvan para paliar la subida de los precios?
—Hoy los españoles son un 10,8 por ciento más pobres que hace unos meses y se preguntan dónde está el Gobierno. Feijóo en abril ofreció a Sánchez un ambicioso plan de medidas económicas para hacer frente esta situación, pero la única respuesta ha sido el insulto. No dejaremos de presentar propuestas y tender la mano para buscar soluciones.
—En un momento especialmente complicado para los ciudadanos, la comunicación entre el Gobierno y el PP está rota, no existe. ¿Lo ve normal?
—En los cuatro meses que llevamos en la dirección nacional, hemos realizado hasta cinco propuestas de acuerdo al Gobierno de Sánchez. No hemos recibido respuesta a ninguna. Probablemente por dos motivos: porque Sánchez no quiere y porque Sánchez no puede, porque sus socios no se lo permitirían. Sánchez se equivoca de enemigo. Debería ver en el PP un partido de Estado, que para los temas de Estado está dispuesto a llegar a grandes acuerdos. Pero no reconocemos al PSOE. El viejo PSOE, el de siempre, ha muerto hace tiempo. El PSOE ya no existe, ahora es el partido sanchista, un partido al servicio de una persona, supeditado a los intereses personales del presidente Sánchez y así es muy difícil llegar a acuerdos.
—El decreto de ahorro energético tiene medidas que ya propuso Feijóo. Tampoco estará tan mal...
—Nosotros creemos que hay que hacer un decreto de ahorro energético en nuestro país. Pero el decreto de Sánchez no es el correcto. Cualquier propuesta de ahorro energético tiene que pasar por los incentivos y no por las imposiciones. El primero que tiene que ahorrar es el propio Gobierno, que debe dar ejemplo, y lo que no puede hacer es pedirle esfuerzos a la ciudadanía y no asumir absolutamente ninguno en la parte que le toca. El decreto no ha sido consensuado con nadie, no lo conocía nadie.
—¿El PP lo va a recurrir ante el Tribunal Constitucional?
—No hay que adelantar acontecimientos, el PP lo que ha pedido es que se retire el decreto y se convoque de forma inmediata la Conferencia de presidentes, para ello hace falta que Sánchez suspenda temporalmente sus vacaciones, y a partir de ahí se abran vías de diálogo con las comunidades autónomas. De no hacerse así, el PP estudiará qué es lo que hace. Es verdad que el decreto invade competencias autonómicas y le corresponde a cada gobierno autonómico tomar la decisión que considere oportuna.
—¿Si no se retira el decreto, el PP votará en contra en el Congreso?
—Nosotros estamos en contra de este decreto y a favor de la implantación de medidas energéticas, y lo que pedimos es un debate de fondo y no cortinas de humo como lo que aquí se plantea.
—¿Génova avala el recurso que ha anunciado Ayuso?
—Nosotros no solo entendemos, sino que compartimos el malestar que muchos presidentes autonómicos tienen frente a este decreto de la improvisación energética que se ha sacado de la manga Sánchez días antes de sus vacaciones. Compartimos ese malestar y entendemos que cada comunidad, dentro de sus competencias, puede ejercer las acciones que considere oportunas.
—Entonces avala a Ayuso.
—Por supuesto.
—Pues se ha quedado sola dentro del PP. Parece que falta una estrategia común en el partido.
—Lo que hay por parte de las comunidades es una gran incredulidad ante un decreto que impone el Gobierno de Sánchez, con una soberbia inaudita. —Para los ciudadanos puede ser extraño que de cinco comunidades que gobierna el PP solo una vea invasión de competencias. O la hay o no la hay. —Yo creo que recurrir al Constitucional por invasión de competencias es una competencia que le corresponde a cada comunidad, entiendo que muchas comunidades prefieren agotar la vía del diálogo. La Comunidad de Madrid estoy seguro de que también, pero este decreto genera una inseguridad jurídica para todas las partes y entiendo que al amparo de las competencias autonómicas cada uno puede decidir cómo actúa.
—¿Ayuso se ha convertido en el verso suelto del PP de Feijóo?
—Ayuso es un gran valor político del PP y prueba de ello es el resultado de las últimas elecciones autonómicas en esta comunidad. Es un activo del PP, igual que lo es Juanma Moreno, Mañueco, Alfonso Rueda o López Miras.
—¿Una comunidad puede negarse a aplicar medidas de un decreto-ley?
—Todo el mundo está obligado a cumplir la ley y hacer cumplir la ley. Y por tanto que nadie tenga ninguna duda de que todos los gobiernos autonómicos del PP cumplirán la ley y harán cumplir la ley. Otra cosa es que puedan recurrirla. Y tendrán todo su derecho para hacerlo.
—Entonces no le gustarían las primeras declaraciones que hizo Ayuso cuando se aprobó el decreto: «Madrid no se apaga».
—A mí lo que no me ha gustado es la política de imposición que practica Sánchez y creo que esa imposición permanente lleva a que por parte de las comunidades se genere una sensación de inseguridad permanente ante todo lo que hace el Gobierno de España.
—¿En Génova creen a Sánchez cuando dice que las elecciones generales serán en diciembre de 2023?
—Lamentablemente Sánchez hará lo que más le convenga a Sánchez. Y lamentablemente en España tenemos un presidente del Gobierno más preocupado de su futuro político que del futuro de nuestro país.
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—¿La mayoría absoluta ha dejado de ser una utopía en Génova?
—El liderazgo de Feijóo ha demostrado ya en Galicia que es capaz de construir mayorías sociales y electorales amplias, que redundan en estabilidad política, que esa estabilidad política genera estabilidad institucional, que esta genera crecimiento económico y confianza y eso es lo que pretendemos hacer en el conjunto de España.
—¿Cómo se encontró el partido por dentro cuando llegó a Génova?
—Después del congreso de Sevilla el PP ha salido reforzado, más unido que nunca. Feijóo es un líder que consigue generar confianza entre los ciudadanos, entre los votantes del PP, en los votantes de centro-derecha y en votantes de centro o centro-izquierda que se sienten defraudados por las políticas de Sánchez. Esa confianza que generamos a izquierda y derecha está siendo capaz de construir una gran mayoría electoral que puede dar un vuelco político en nuestro país. Para generar confianza, la política requiere seriedad, rigor, experiencia y gestión. Y esas son las características que reúnen el PP y el proyecto político que encarna Feijóo.
—¿El partido estaba más roto de lo que se esperaba?
—Somos el único partido constitucionalista que queda y yo me he encontrado un partido ilusionado, con ganas de volver a ganar. Somos un partido al servicio de España y del Estado, y eso es lo que los militantes y votantes le reclaman al PP, que sea un partido serio y centrado.