«Nunca olvidaré la mirada de Brandy antes de su parto»
Licenciada en Comunicación Audiovisual, en 2014, Laura Madrueño se incorporó al equipo de Informativos de Mediaset para ponerse al frente de ‘El Tiempo’. Apasionada del mundo marino, en 2015 creó una productora, We Are Water Films, para concienciar sobre la necesidad de cuidar el fondo marino, y en su primer libro, ‘Somos agua’, nos invita a reflexionar sobre la necesidad de proteger los océanos. Su última aventura profesional está ligada a ‘Supervivientes’, donde ejerce de presentadora desde Honduras.
—¿Qué destacaría de esta experiencia?
—La gran oportunidad que está siendo, para mí, hacer un programa como este, con la producción más compleja de la televisión. ¡Sin duda, es una experiencia única! Estoy aprendiendo cosas nuevas cada día, trabajando con un equipo maravilloso y, además, en un entorno idílico y cerca del mar. Estoy muy agradecida por la apuesta que han hecho por mí.
—Brandy no ha podido viajar con usted. ¿Cómo vive la distancia sin ella?
—Mal. La verdad es que echo muchísimo de menos su compañía y me consta que ella también está esperándome.
—¿Es tan buena como parece?
—Es la perra más buena y cariñosa que he conocido y es capaz de hablar con la mirada. Durante 18 años, toda una vida, disfruté de un gato siamés llamado Isidoro, que fue mi hermano en la infancia y me acompañó hasta los 21 años. Ahora tenemos a nuestra mastina.
—La he visto en Instagram rodeada de cachorros. ¿Ha sido mamá?
—Sí, nacieron el día de Navidad. Tuvo 13 cachorros y sobrevivieron 8. Estuvimos varias noches con la perra con contracciones y nunca olvidaré su mirada, que transmitía una mezcla de miedo y ternura. Ver a los cachorros nacer y crecer durante el primer mes es mágico, aunque la madre también sufre mucho para amamantar a tantos perritos, pero sin duda ha sido el mejor regalo de estas navidades.
—¿Qué destacaría de su carácter?
—Es muy tranquila. Alguna vez ha mordido un guante que se nos ha olvidado en el jardín, pero en general es muy educada y ni siquiera está pidiendo comida cuando nos sentamos a la mesa.
—¿Brandy ha encontrado la felicidad a su lado?
—Si estamos en casa y está durmiendo, se queda muchas veces panza arriba con las patas en alto, completamente relajada. Una amiga nos dijo que cuando los perros se quedan en esa postura de indefensión total, es porque son plenamente felices.
—Otra de sus grandes pasiones son los océanos. ¿Somos conscientes del deterioro que sufren?
—Creo que no. Hay mucha desinformación al respecto. En los últimos años, he podido comprobar la degradación de los océanos en múltiples lugares del planeta. Por eso, sigo trabajando en los documentales y en charlas. También he escrito el libro ‘Somos agua’ para intentar divulgar y dar herramientas.
—‘Somos agua’, ¿es un canto a la naturaleza?
—Ha sido el reto más importante de mi vida. Me he dejado el alma en estas páginas para intentar contagiar mi pasión por el mar y para que la gente deje de tener miedo a nuestros océanos. Es un canto a la naturaleza porque en este libro, por primera vez, comparto mi diario de buceo y los mejores momentos de mi vida, que siempre digo que me los ha regalado el mar. Pero lo que verdaderamente me ha impulsado a escribirlo es lo que he sentido al ver arrecifes completamente muertos o al ver cientos de pequeños plásticos flotando en el mar. O cómo se me ha partido el alma al ver a tortugas con el caparazón totalmente deformado por haber crecido atrapadas a un plástico. Tenemos que ser conscientes de que los océanos son nuestros pulmones y se están deteriorando rápidamente. Están desapareciendo especies, las condiciones del agua están cambiando y los plásticos ya forman parte de nuestra dieta.