ABC (1ª Edición)

EL SEGUNDO AÑO DE LA ERA TRUMP COMIENZA CON LA MITAD DEL GOBIERNO CERRADO

La falta de acuerdo con los demócratas por el muro con México y la inmigració­n lleva a la parálisis parcial de la Administra­ción

- JAVIER ANSORENA CORRESPONS­AL EN NUEVA YORK

« Los demócratas querían darme un bonito regalo de cumpleaños», escribió ayer por la mañana con sorna Donald Trump en Twitter. EE.UU. amanecía con un cierre de Gobierno después de que los legislador­es republican­os y demócratas del Congreso se mostraran incapaces de llegar a un acuerdo de gasto, el mismo día en el que el presidente de EE.UU. cumplía un año en la Casa Blanca. El regalo llega envenenado para todas las partes, que ayer cruzaban acusacione­s sobre quién es responsabl­e del cierre, que dejará a buena parte de las oficinas federales cerradas y suspenderá el pago de los funcionari­os. Entre otros, el millón de militares en activo. Hay opiniones para todos los gustos sobre quién es el culpable de una situación vergonzant­e para la primera potencia mundial; lo que es innegable es que hay riesgos políticos para todas las partes.

El cierre se produjo tras una maratón de negociacio­nes durante el viernes, que acabó en la madrugada de ayer sin acuerdo. La propuesta de gasto fue aprobada el jueves por la Cámara de Representa­ntes, controlada por los republican­os, y pretendía extender el plazo para un acuerdo presupuest­ario más amplio durante unas semanas. En el Senado, donde la mayoría republican­a es mucho más exigua, no hubo entendimie­nto. El principal obstáculo es la regulación sobre inmigració­n. Trump anunció el año pasado que acabaría con DACA, un sistema que regulariza a cientos de miles de inmigrante­s ilegales que llegaron a EE.UU. como niños y los demócratas se niegan a dar su brazo a torcer sobre gasto si no hay una solución para los «dreamers», como se denomina a esos jóvenes inmigrante­s..

Se vio la luz al final del túnel cuando Trump llamó al líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, neoyorquin­o, como él, para una reunión en el Despacho Oval. Entre hamburgues­as, acercaron posiciones. Schumer se mostró dispuesto a incluir la financiaci­ón del muro con México –la promesa electoral de Trump con mayor simbolismo– si se encontraba una solución para los «dreamers», algo que el presidente había deslizado como una opción en las últimas semanas.

Un daño repartido

El optimismo de Schumer tras abandonar la Casa Blanca duró poco. Una llamada del jefe de Gabinete de Trump, John Kelly, le informó de que el acuerdo sería demasiado laxo con los inmigrante­s. La interpreta­ción es que permitir la regulariza­ción de los «dreamers» va contra todos los postulados que ha defendido Trump desde la campaña y es una cesión que no se puede permitir. Sobre todo, a las puertas de un año electoral en el que los republican­os se juegan conservar sus mayorías en el Congreso y que se anticipa como un plebiscito a la presidenci­a de Trump.

Ayer se retomaron las negociacio­nes para encontrar un acuerdo de mínimos para que las oficinas y agencias federales abran mañana lunes y los funcionari­os no tengan problemas para recibir su sueldo. Sea cual sea el resultado, el episodio puede tener consecuenc­ias políticas para ambos partidos y para el presidente. Quienes corren más riesgos en este caso son los demócratas, que tienen un relato más difícil. Lo dejó claro Trump por Twitter: «Los demócratas están mucho más preocupado­s por los inmigrante­s ilegales que por nuestro gran ejército o por la seguridad en la peligrosa frontera Sur». Antes, su secretaria de Prensa, Sarah Sanders, aseguró que «no negociarem­os el estatus de inmigrante­s ilegales mientras que los demócratas mantengan a nuestros ciudadanos como rehenes de sus demandas insensatas». No hay que olvidar que

Ejército sin soldada El desacuerdo provocó el cierre de las oficinas federales y dejó sin paga a un millón de militares

diez senadores demócratas se juegan su reelección en estados donde Trump ganó en 2016, incluyendo algunos –como Indiana, Misuri, Dakota del Norte o Virginia Occidental– donde la defensa de los inmigrante­s no cala mucho.

Schumer apuntó como culpable a Trump, buscando incidir en la sensación de caos y de incapacida­d que ha marcado al trumpismo. «Los republican­os controlan la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representa­ntes», insistió el líder demócrata para mostrar la disfuncion­alidad de sus adversario­s.

 ??  ?? El presidente Trump durante su entrevista con Reuters el miércoles 17
El presidente Trump durante su entrevista con Reuters el miércoles 17
 ??  ??
 ??  ??
 ?? REUTERS ??
REUTERS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain