La confesión del asesino ante la juez
Grilletes y descargas
«Le di con una raqueta eléctrica cazainsectos. Le puse unos grilletes en manos y pies y un calcetín en la boca»
Desmayada
«La enganché, la zarandeé de los pelos, cuatro o cinco veces, y fue ahí cuando la cría se quedó como desmayada»
Amoniaco para reanimarla
«Le metí la cabeza debajo de la ducha, pedí que me trajeran amoniaco a ver si se le pasaba»
Grava bajo las rodillas
«Traje la grava a la casa para ponérsela debajo de las rodillas a la cría»
Los castigos
«No respondía a los castigos que se le imponían. Mi hermano tenía miedo de que viniera la Policía»