El enemigo del «business as usual»
Hace ahora un año Estados Unidos acababa de elegir presidente a Donald Trump, cuya hostilidad al «business as usual» probablemente le propulsó a la victoria frente a su rival, Hillary Clinton. Desde el punto de vista del Presidente, el pilar económico del orden liberal internacional (Organización Mundial del Comercio y los acuerdos comerciales como el Nafta, el TTP y el TTIP) no han sido generadores de prosperidad en Estados Unidos ni un multiplicador de sus intereses nacionales. Más bien, esas instituciones y acuerdos han debilitado el poder de las fábricas en su país, han minado su soberanía y han permitido a países como China dominar de manera injusta el comercio mundial.