Campaña de desinversiones en Honduras
Desde el municipio de Progreso acompaña la lucha de las comunidades indígenas el jesuita Ismael Moreno Coto, el padre Melo, gran amigo de Berta Cáceres y de su viudo, Salvador Zúñiga. Desde Radio Progreso, los jesuitas se han convertido en una de las voces más incómodas en Honduras para el Gobierno de Juan Orlando Hernández. Un posicionamiento que ha cuestionado parte de la jerarquía eclesial, si bien «hemos recibido el respaldo de toda la Compañía de Jesús, incluido el padre general», cuenta a este semanario Pedro Lauda, colaborador de Melo. En las reuniones con comisiones parlamentarias en el Congreso y el Senado, a las que se añaden contactos con funcionarios del Ministerio de Asuntos de Exteriores y Cooperación, Lauda ha pedido que España haga valer su condición de miembro del Comité de Derechos Humanos de la ONU. También ha lanzado la advertencia de que parte de la cooperación se desvía a seguridad, supuestamente para combatir a las maras y al crimen organizado, «pero en la práctica está sirviendo para hacer la guerra contra la ciudadanía». Además, ha señalado que hay empresas españolas involucradas en los cientos de proyectos mineros o hidroeléctricos que apoya el Gobierno en contra de las comunidades indígenas. Esa voracidad extractiva –afirma– es un gran desencadenante de violencia. «Con la Compañía de Jesús, en diálogo con el Vaticano, vamos a lanzar una campaña de desinversión en industrias extractivas», anuncia. Eso incluye hablar con fondos europeos. «Hay que hacerle ver al ciudadano de Europa que su jubilación se está financiado a costa del asesinato y la destrucción del medioambiente en América Latina, África o Asia».