APROVECHAR LA POTENCIA DEL ESPAÑOL

EL español goza de una excelente salud gracias al sustancial avance que registra en medio mundo, puesto que, más allá de los países hispanohablantes, el volumen de personas que lo estudian como segundo idioma crece sin cesar, pero este éxito ha de ser pilotado mediante políticas inteligentes y eficaces con el fin de garantizar su brillo a largo plazo, evitando así que otras potencias e intereses económicos capitalicen su uso y enseñanza, al margen del único responsable de su mantenimiento y expansión desde hace más de quinientos años. Por esta razón, el presidente del Gobierno presentará mañana una acción estratégica para que España refuerce la difusión y defensa de su idioma a nivel internacional. El objetivo último consiste en aumentar el prestigio del español, asociando su utilización y aprendizaje al crecimiento económico y las nuevas clases medias que emergen alrededor del globo.

Para ello es esencial que el Gobierno contribuya a potenciar el español tanto en las influyentes industrias cultural y educativa como en el sector tecnológico, cuyo desarrollo está llamado a liderar la economía del presente siglo. La invasión de anglicismos innecesarios o el descuido de la normativa, garante de su unidad y homogeneidad a nivel mundial, son algunos de los riesgos a evitar. El castellano no solo es un tesoro de valor incalculable por ser el depositario del acervo cultural y social de millones de personas a uno y otro lado del Atlántico, sino que también es un sector estratégico clave para el futuro económico del país y la imagen exterior de España, de ahí que su custodia y protección sean tan importantes. Con sus casi 600 millones de hablantes, el español se alza hoy como el segundo idioma internacional tras el inglés. Hay que conservar e impulsar este importante legado.