Francis Franco clama su inocencia ante el juez: «Soy muy despistado»
El nieto de Francisco Franco se las ve con doce guardias civiles en un juicio por atentado a la autoridad
Francis Franco (63 años) se las ve estos días en los juzgados de Teruel con la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la Guardia Civil. Ayer arrancó la vista penal que le sienta en el banquillo y en la que están llamados a testificar doce guardias civiles. Francis Franco está acusado de los delitos de atentado a la autoridad, daños y contra la seguridad vial. La Fiscalía y la Abogacía del Estado piden para él seis años de prisión y el abono de hasta 30.000 euros en multas e indemnizaciones.
El juicio le llega en un momento vital complicado: escasas fechas después de la muerte de su madre, Carmen Franco, y en vísperas de la apertura del testamento que clarificará el reparto del patrimonio familiar decidido en sus últimas voluntades por la hija del dictador. Y, de telón de fondo, el frustrado deseo de Francis de ostentar el Ducado de Franco, título nobiliario con Grandeza de España que ha acabado en su hermana Carmen Martínez-Bordiú.
Ayer, durante el juicio, Francis Franco proclamó su inocencia con la misma versión en la que lleva años insistiendo. Asegura que él no iba al volante del todoterreno familiar que, en la madrugada del 30 de abril de 2012, embistió a un coche-patrulla de la Guardia Civil y se dio a la fuga. La Fiscalía y la Abogacía del Estado –así como la acusación particular ejercida por un agente que resultó herido en aquel episodio– sostienen que Francis Franco conducía aquel todoterreno. Apuntan en su contra el testimonio de los agentes y la señal del teléfono móvil del acusado. El nieto del dictador, sin embargo, asegura que ese día estaba en Madrid y que su teléfono móvil estaba en el lugar de los hechos porque se lo había dejado olvidado en el todoterreno. Para reforzar la coartada, ayer insistió en que es muy olvidadizo: «Tengo la cabeza puesta porque está pegada al cuerpo por el cuello. Soy muy despistado», afirmó durante su declaración en el juicio.
Culpa a un exempleado
Apasionado de la caza –afición que le llevó a vérselas con la Justicia años atrás por otros incidentes–, en este juicio Francis Franco echa la culpa a un extrabajador suyo, de nombre Marius, un rumano que se marchó a su país de origen. Dice el nieto del dictador que era ese exempleado el que aquel 30 de abril de 2012 conducía el todoterreno por la zona de Calamocha (Teruel), y que se fue de España tras aquel incidente. De copiloto iba otro rumano, también trabajador de la familia de Francis Franco. Se trata de Silvius Nicolae, quien también se sienta en el banquilllo y para el que se reclaman dos años de prisión. Ayer, Silvius Nicolae se acogió a su derecho a no declarar.
La alocada fuga que protagonizó el todoterreno de la familia de Francis Franco se desarrolló por carreteras y pistas forestales. El vehículo acabó abandonado en la pequeña localidad turolense de Bea.
Además de las penas de prisión, las multas e indemnizaciones, las acusaciones piden también que a Francis Franco se le quite el carné de conducir. La Fiscalía pide que se le retire durante tres años; el guardia civil que ejerce la acusación particular reclama que se le quite durante seis años.