UNA TRIFULCA ABSURDA QUE BENEFICIA A SÁNCHEZ

EL PP y Ciudadanos se enzarzaron ayer en una inocua polémica para ver cuál de los dos partidos debería capitalizar la iniciativa para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, termine dando explicaciones en el Parlamento sobre el plagio de su tesis doctoral. La trifulca proviene del desacuerdo entre ambos después de que Ciudadanos pretendiese forzar esa comparecencia en el Congreso, mientras el PP quiere controlar una comisión de investigación en el Senado, donde dispone de mayoría absoluta. Sin embargo, el formato es lo de menos después de que Sánchez haya mentido varias veces sobre su tesis sin rubor: primero, sobre el porcentaje del plagio; segundo, sobre el motivo de por qué la tesis permanecía oculta cuando dijo que era de dominio público; y tercero, cuando se comprometió a comparecer si la oposición se lo exigía, para después negarse despreciando con tono chulesco al Senado.

No es de recibo que el Partido Popular y Ciudadanos se enreden dando oxígeno a Sánchez, que a fin de cuentas es quien mantiene un escandaloso silencio sobre una cuestión relevante, utilizada por él mismo como argumento de obligada dimisión. Eso sí, para políticos de otros países y no para él. Es la eterna doble vara de medir de la izquierda. Sánchez se retrata a sí mismo cada minuto que pasa en La Moncloa, gobernando sin el mandato directo y mayoritario de los ciudadanos. Por eso el PP y Cs deben huir de la autocomplacencia y dejar al margen la batalla que libran por el votante de centro-derecha, asumiendo que no tienen todos sus deberes hechos. Dar a conocer sus propuestas en esta etapa preelectoral y designar definitivamente a sus candidatos a las municipales y autonómicas, en lugar de desgastarse mutuamente, son una prioridad que no deben olvidar.