Revolución está a punto de advenir. Tres en medio siglo. No hay razones para suponer que esta vez la máquina burocrática vaya a hacer algo distinto a lo que siempre ha hecho
conmigo, pues lo cierto es que otra revolución está a punto de advenir. Tres en medio siglo. No hay razones para suponer que esta vez la máquina burocrática vaya a hacer algo distinto a lo que siempre ha hecho▶ seguir con su siesta solo interrumpida para los atracones, consumir tanto gasto como pueda, desaprovechar las oportunidades que le ofrece el desarrollo tecnológico, continuar creciendo, ignorar al administrado, perseverar en la ocupación de más y más ámbitos de nuestra vida, arrogarse más y más competencias con el hambre antigua y ciega de las bestias mitológicas, succionar nuestra libertad hasta la médula.
Y eso que para entregarse de lleno a su vocación le vendrían muy bien los sorprendentes y temibles logros chinos. Porque la nueva revolución es la de la Inteligencia Artificial y el big data. Después de este próximo e inevitable punto de inflexión, tantas dimensiones de nuestra vida van a cambiar de aspecto que hasta una somera y conservadora previsión parece ciencia ficción. Piense en un mundo sin dinero y sin documentos. Sin vehículo, un gasto absurdo y superfluo en las ciudades de los coches autónomos. Con la solvencia, y con los diferentes historiales que le identifican, prestos a aparecer por arte de magia en cualquier terminal gracias a su retina. Siendo cierto que la pandemia va a alterar la agenda de las transformaciones, no lo es menos que algunas de ellas se van a ver precipitadas, como las relacionadas con el llamado fin de la distancia. Así el teletrabajo.
Pero serán solo las empresas las que, gracias al acicate de la competencia, lo comprenderán. Así que incorporarán los cambios y atravesarán la revolución. La Administración permanecerá impertérrita en España, como si todo siguiera igual. No, peor▶ como si hicieran falta más horas ¡de burocracia!
Pero, ¿saben una cosa? Es posible que por primera vez agradezcamos nuestra paralizante burocracia. En efecto, visto el panorama, la revolución la va a dirigir una oligarquía con una delirante agenda ideológica. A ella le deseo de corazón que se tope con el lema eterno del columnismo y del doing business in Spain▶ vuelva usted mañana.