El café Florian apaga las 300 velas de su cumpleaños
En la agonía comercial de Venecia hay un caso emblemático: El histórico Café Florian situado en el corazón de la plaza de San Marcos, famoso en todo el mundo, toda una institución, corre el riesgo de no abrir. El pasado 29 de diciembre se cumplieron 300 años de su apertura. Marco Paolini, el administrador de la sociedad Sacra que gestiona el legendario café, ve muy negras las perspectivas para la reapertura: «En 2020 los ingresos durante los meses en que se pudo abrir se redujeron un 80% en relación con el año anterior. Tenemos en riesgo 70 trabajadores (100 en temporada alta) y estamos extremadamente preocupados por su futuro». Por el alquiler anual del Café Florian paga aproximadamente un millón de euros a un propietario privado y al Estado, porque, como ocurre en la plaza de San Marcos, algunas partes de los locales son estatales. El privado perdonó al Café Florian la mitad de su parte de alquiler; el Estado, nada. La facturación anual previa a la pandemia es de unos 8,5 millones de euros. Pero la fama no le basta para sobrevivir. Su administrador Paolini lanza un grito de alarma: «Si el Florian cerrara, no solo se perdería un café, sino una página en la historia de la civilización europea, en la que se vivieron ideas, personajes y anhelos esenciales y libertad». No hubo velas en el 300 aniversario del Café Florian; pero, a este paso, no sería de extrañar si algún chino las enciende en otro cumpleaños.