GOBIERNO DE ESPAÑA▶ ENTRE MORTADELO «ILLA» Y FILEMONA, Y EN BUSCA DEL FAVOR DE EE.UU.
Sánchez ve las orejas al lobo Biden y se acongoja con las tasas Google y Tobin, mientras Europa recela de un Ejecutivo que no ejecuta, con la banca patria de uñas y a medio cocer. Y los fondos de ayuda, como Barajas, que no termina de despegar
ahora el equipo de la
Redondo, el estratega que mece la imagen del presidente del Gobierno, y dicen por ahí el mejor experto en marketing político que podría haber escogido, se malicia del banco rojo –«tenía que ser rojo», se dirá a sí mismo– con un zarpazo sobre el BBVA con el respaldo del Banco Central Europeo y de Bruselas, lo que en verdad sí cambiaría el mapa bancario español y europeo y, sobre todo, los equilibrios inestables con los que la vicepresidenta de la cuestión, Nadia Calviño, ha vertebrado la unión de La Caixa y Bankia.
En La Moncloa, además, se han puesto las katiuskas por la que les puede caer encima si no guardan bien la viña empresarial y por si su mimada beautiful people empresarial 2.0 empieza a meter la pata por un excesivo afán de protagonismo, con un gambito de dama que empieza fácil pero bien puede acabar con posiciones perdidas. Porque seguro que detrás del pulso no hay más que el reparto de dividendo y el control de la cuenta de resultados, pero... ¿y si no?
Es ahí, en esos quintacolumnistas del sanchismo, donde La Moncloa tiene depositadas sus esperanzas, una suerte de campechanos anticuerpos con los que neutralizar el sistema inmunitario de una sociedad civil y un tejido empresarial que no se fía ni un pelo del Gobierno y que solo aguantan medio acobardados a ver si cae el Euromillones del fondo de reconstrucción. Como aviso, la banca y el poco sospechoso BBVA le acaba de decir al Ejecutivo
que su anhelado crecimiento no pasará del 5%. De momento, o ponemos en marcha reformas o «nanai de la China»», y bien lo sabe Calviño
que así se lo trasladó a empresarios y sindicatos el pasado viernes. Hasta 170 reformas les dijo que iban a presentar a la Unión Europea. ¿En serio? ¿nada menos que 170? Pues tengo entendido que con que se apliquen en cumplir lo que nos piden sobre pensiones y mercado laboral se darían por satisfechos. Pero no, aquí es que somos más papistas que el Papa. Mejor 170. Me quedo muda. O mejor, ojiplática.
Y en esas estamos en esta España que arde por los cuatro costados mientras el muy español James Rhodes toca el piano con una sospechosa cara de Nerón. Es la España de Mortadelo «Illa» y Filemona.
La Moncloa confía
en su
quintacolumnistas de su causa, para
convencer a la sociedad civil y empresarial de las bondades de tener a Pedro Sánchez, pero teme que tengan demasiada prisa para ganar poder