YO YA LO DIJE
FERNANDO
LA pandemia es algo terrible. Puede parecer estúpido arrancar un artículo con una obviedad como ésta. Pero hay que decirlo más. No se trata sólo de que vayamos ya por la tercera ola, de que continúe el siniestro ritmo de centenares de muertes diarias en nuestro país, de que estemos con el mismo terror al contagio que en marzo o de que se saturen hospitales y devolvamos a los sanitarios a la primera línea de fuego, como si no hubiésemos avanzado nada. Por sí solo, todo eso ya sería bastante. Pero hay más.
Podríamos hablar también de la clase política. El miserable e interesado espectáculo que viene dando desde el comienzo del horror con el culmen de los últimos días▶ esos alcaldes que han accedido prestos a la vacuna sin que les correspondiera. Corrupción en pandemia.
Seguimos. La pandemia es terrible porque ha sacado lo peor de muchos. Sería largo hacer el listado▶ los comisarios de balcón, los tontos del negacionismo, los graciosos de monólogo frente al móvil, los palurdos de mascarilla bajada... y especialmente irritante, acribillando su oreja, siempre sintonizada en cualquier canal, la cada vez más abundante cofradía del «yo ya lo dije».
Particularmente integristas, los miembros de esta hermandad saben en todo momento cómo se comporta el virus. Si muta o no, los pueblos con los que se ceba, la eficacia de cada medida restrictiva. El problema es que lo hacen siempre a toro pasado. Ellos ya lo advirtieron.
Estos días han encontrado su éxtasis particular en la explosión de contagios registrada después de la Navidad. ¿Lo ves? Yo ya lo dije▶ si el objetivo era «salvar la Navidad» pasaría esto. La administración es la culpable. No sus administrados, que decidimos hacer caso omiso a unas advertencias cristalinas, aunque con normas flexibles. Sabíamos perfectamente qué podía ocurrir, cuál era el riesgo, a qué nos enfrentábamos. Y hemos fallado. Justo cuando no se nos ha tratado como a niños. Ahora tenemos lo que nos merecemos. Ya es bastante decepción para encima escucharles, sufrirles. Ya sé que lo dijiste.