UNA BALA EN EL CORAZÓN
Lleva 57 años con una bala de plomo a unos pocos centímetros del corazón. Es lo único que le queda a Gino Paoli del que fue el gran amor de su vida▶ la actriz Stefania Sandrelli. En el verano de 1961, tenía 15 años cuando conoció al cantante italiano en un concierto en Viareggio, su ciudad natal. Y ambos se enamoraron locamente pese a que la madre de ella se oponía a la relación de una menor que había perdido a su padre con un hombre casado, de 28 años.
Fue un romance tormentoso y apasionado, marcado por los celos de Paoli, que iba a visitarla a su casa a escondidas por la noche. Sandrelli, que impresionaba por su belleza, se fue a Roma a iniciar su carrera cinematográfica. Fue elegida por Pietro Germi para rodar «Divorcio a la italiana», papel con el que se convirtió en una estrella a sus 16 años. Paoli, que vivía en Milán con su esposa, se sumió en una depresión por el alejamiento de Stefania, con la que seguía manteniendo vínculos sentimentales.
El 15 de julio de 1963, el compositor y cantante se disparó un tiro en el corazón. Milagrosamente sólo estuvo unos días en el hospital. Los médicos decidieron no extraer la bala por el alto riesgo de la operación. El juez abrió diligencias y le llamó a declarar. Él testificó que había sido un accidente. Y tan sólo un mes después volvió a subirse a los escenarios. «El suicidio es el único medio para elegir entre la vida y la muerte. Las cosas importantes como el amor no las podemos elegir», dijo años después. Cuando se le interrogó sobre las motivaciones de su intento, respondió cínicamente▶ «Lo hice por aburrimiento».
Todo se complicó aún más porque Stefania dio a luz a Amanda, hija de Paoli, tres meses después de su tentativa de suicidio. Un año más tarde, Anna Fabri, su esposa legal, le daba otro hijo. Pero la relación estaba ya rota. Pronto habría otra tercera mujer▶ Ornella Vanoni.
La relación con Sandrelli duró un par de años, pero no hay duda de que su amor le inspiró para componer sus mejores canciones. De esa época es «Sapore di sale», que fue concebida pensando en Stefania. Pero el talento no se le agotó porque, tras intimar con Vanoni, compuso «Senza fine», que Billy Wilder eligió para la banda sonora de «Avanti». Casi cuatro décadas después de poner término a su relación, Paoli y Vanoni hicieron en 2005 una gira por toda Italia cantando esa canción, un himno para toda una generación
El romance con Vanoni fue tan tormentoso como el anterior con Sandrelli, «Éramos dos personas que estábamos incomodas en el mundo», afirmó Paoli, mientras que
Ornella confesó también que el carácter inestable del artista y sus accesos de mal humor habían hecho imposible la relación.
Durante los años 70, la carrera del cantante sufrió un parón. Se refugió en el mundo del alcohol y las anfetaminas y entró en una sequía creativa. Pero se recuperó y siguió sacando discos para un público de culto. Nunca sufrió problemas económicos porque tuvo un olfato excelente para los negocios inmobiliarios que le permitieron acumular un patrimonio del que aún disfruta. Hizo también una incursión en la política al presentarse en las listas del Partido Comunista Italiano en 1987. Fue elegido diputado y, tras terminar su mandato, anunció que lo dejaba para centrarse en la música. Más tarde, fue elegido presidente de la Sociedad de Autores.
Sandrelli desarrolló una notable carrera en los años 60 y 70, llegando a rodar con directores como Bertolucci, Scola y Monicelli. Nunca quiso hablar de su relación con Paoli, con el que luego se reconcilió. La hija de ambos, Amanda, siguió los pasos de su madre y es actriz.
Paoli ha sobrevivido a su intento de suicidio, pero Luigi Tenco, su amigo, no tuvo tanta suerte. Se disparó en 1967 un tiro en su habitación del Savoy de San Remo durante el festival. Su motivo era el mismo▶ la frustración por un amor perdido. Italia quedó conmocionada y Paoli se sintió en parte responsable de su trágico final.
«Cuando amo a una mujer es para toda la vida», declaró el cantante que ha cumplido 86 años y volvió a tener hijos de una nueva esposa. Sandrelli también se casó en 1972 y tuvo un descendiente de ese matrimonio, que duró cuatro años. Ambos son hoy supervivientes de una época en la que la música y el cine italianos vivieron su máximo esplendor.