NO NOS RESIGNAMOS
HA llegado el momento de que los hombres buenos, de los que habla Edmund Burke, hagan algo para que el mal no triunfe. Mañana, más de cien asociaciones y fundaciones de diferentes ámbitos, con planteamientos distintos, con naturaleza y origen diverso, se constituyen en una Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad.
Esta iniciativa no surge de la nada ya que durante los últimos meses se ha impulsado un Manifiesto contra la Ley de la Eutanasia, suscrito por un centenar de asociaciones y personalidades. La asamblea es una continuidad de ese trabajo en común de las asociaciones que, a lo largo de estos años, han defendido el valor de la Vida, la Dignidad y la Libertad.
De la mano del actual Gobierno, constituido en Frente Popular, estamos inmersos en una profunda crisis de la concepción del ser humano, se están alterando nuestros principales valores, sustentados a lo largo de los siglos en la tradición cristiana. Este Gobierno tiene el perverso proyecto de sustituir una sociedad por otra, el cambio radical de nuestro orden social. No se trata solo de acabar con el orden constitucional del 78, sino de transformar nuestra sociedad, de subvertir nuestra cultura y tradición cristianas por una cultura relativista, materialista y hedonista en la que la dignidad humana y, por lo tanto, el derecho a la vida, que de ella emana, no tengan ningún valor.
No podemos seguir la técnica del avestruz y negarnos a reconocer lo que es una realidad incontestable. Por eso, quienes formamos parte de esta iniciativa, ante la legalización de la eutanasia y con otras prioridades legislativas (leyes de género, memoria democrática, igualdad, educación, aborto…) anunciadas por el Gobierno en plena pandemia, hemos impulsado la constitución de esta plataforma unitaria.
Lo novedoso de esta iniciativa es que hemos sabido unir, sumar y compartir, aparcando las posibles diferencias, en favor de un proyecto común, articulado y organizado que vaya conformando una alternativa cultural más necesaria que nunca. Desde la prepolítica, es el momento del rearme cívico y moral de la sociedad civil. Quienes no compartimos (asociaciones, fundaciones, particulares...) la ingeniería social que este Gobierno quiere imponernos debemos no resignarnos, no callarnos y reivindicar nuestro derecho a existir, a pensar y a actuar de manera diferente. Debemos vencer, si lo hubiera, el miedo a ir contracorriente, o contra la moda dominante, y no podemos permitir que el Covid, Filomena o la crisis económica nos abotarguen en la resignación. Tenemos que resistir y trabajar conjuntamente por una alternativa cultural.
No nacemos con vocación efímera ni puntual. Tenemos la tarea de poner en marcha la alternativa cultural que España necesita. Es necesario contar con un proyecto para la regeneración moral y política de España. No tienen derecho a callarnos y nosotros tenemos la obligación moral de defendernos.
Ante la legalización de la eutanasia y con otras prioridades legislativas anunciadas por el Gobierno en plena pandemia, hemos impulsado la constitución de esta plataforma unitaria
MARÍA SAN GIL NOAÍN ES VICEPRESIDENTA DE LA FUNDACIÓN VILLACISNEROS