El Reino Unido se niega a acreditar al embajador de la UE
Sería el único país del mundo que no otorga estatus diplomático al representante europeo
El Reino Unido ha iniciado un absurdo e inexplicable conflicto diplomático con sus antiguos socios de la Unión Europea al negarse a conceder el estatuto diplomático al embajador de la UE, Joao Vale de Almeida, al que considera solamente como «representante de una organización internacional» que no goza de la protección de la Convención de Viena. Bruselas ha respondido con una carta del Alto Representante, Josep Borrell, en la que este manifiesta su «grave preocupación» por esta decisión. El asunto ya había estallado a finales de año y refleja que el espíritu con el que Londres diseña sus relaciones con Europa no parece tener buen color.
El portavoz de Borrell ha dicho que espera que esta discusión «con nuestros amigos británicos se resuelva de manera satisfactoria» pero ha advertido de que se trata de respetar un «tratamiento recíproco». Vale de Almeida, que es un experimentado funcionario de la Comisión, ya era el representante de la UE en Londres, pero ha estado hasta ahora bajo la consideración de delegado en un país miembro, como lo era jurídicamente el Reino Unido hasta el 1 de febrero pasado y en ese sentido no podía definirse como diplomático. La discusión se ha producido cuando Bruselas
ha tramitado su acreditación como embajador. Vale de Almeida había sido antes embajador de la UE en Washington.
Preocupación
Irritación
En Bruselas recuerdan que el Reino Unido
aceptó la definición de los
embajadores
La UE tiene actualmente 142 delegaciones en todo el mundo y sus representantes son reconocidos con el mismo estatus que los embajadores de los países. Incluso en las Naciones Unidas, la UE tiene un estatuto de observador, pero con todos los demás derechos de un país miembro excepto el de voto. Sin embargo, el Foreign Office dice ahora que los representantes europeos en Londres no deberían tener los privilegios e inmunidades que se otorgan a los diplomáticos.
En la carta de Borrell al ministro británico Dominique Raab se dice que «su departamento nos ha enviado un borrador de propuesta para un acuerdo sobre el cual tenemos serias preocupaciones» porque «no refleja el carácter específico de la UE, ni responde a la futura relación entre la UE y el Reino Unido como un país tercero importante para nosotros», lo que «no es razonable».
En Bruselas recuerdan que cuando se creó el Servicio Europeo de Acción Exterior (EEAS) en 2010 como resultado del Tratado de Lisboa, el Reino Unido también suscribió la decisión de que los diplomáticos de la UE recibieran los «privilegios e inmunidades equivalentes a las mencionadas en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 18 de abril de 1961», por lo que ahora es difícil entender que desde Londres pretexten que «no se quiere sentar un precedente».