Salud fija pautas para que nadie se salte la cola de vacunación
En una guía dirigida a los enfermeros marca que si sobran dosis se pondrá a los grupos de población autorizados
La Consejería de Salud y Familias ha incorporado una instrucción específica en su programa de vacunación para evitar que alguien se pueda saltar la cola de vacunación contra el Covid-19. La guía dirigida a los profesionales recoge por primera vez cómo actuar cuando, de manera puntual, sobren jeringuillas cargadas que haya que usar para que no se repitan casos como los de dos alcaldes de la provincia de Córdoba y una edil de Bonares, en Huelva, que se inyectaron la primera dosis de Pfizer cuando no les tocaba ni pertenecían a grupos de riesgo.
En un documento actualizado el pasado lunes, al que ha accedido ABC, la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica estipula que «al ir terminando la jornada de vacunación, se debe procurar que no sobren jeringas cargadas». En el caso de que quede excedentes, advierte de que «se deben agotar mediante la vacunación de personas incluidas en los actuales grupos aprobados», siguiendo el orden de prelación fijado en la estrategia de inmunización. Además, Salud recomienda que aquellas personas que «hallan comenzado la pauta de vacunación con una dosis, la acaben con la segunda».
El objetivo es no desperdiciar ninguna dosis. Las jeringas cargadas deben ser empleadas en las seis horas siguientes, tanto si permanecen a temperatura ambiente (hasta 30 grados) como si se introducen en nevera a temperatura entre 2 y 8 grados, aclara.
El director del Plan Estratégico de Vacunaciones de la Junta de Andalucía, David Moreno, detalló este protocolo. Si sobran viales enteros y sin abrir que no se hayan tocado se devuelven al centro de salud, señaló. De cada vial de Pfizer se extraen seis dosis con unas jeringuillas de 1 mililitro. En cambio, «si sobran jeringuillas ya cargadas que hay que usar sí o sí, entonces se tira de la lista de profesionales sanitarios que deben vacunarse y se llama a compañeros de ese centro o de otros cercanos. Es la indicación que tienen y así se está haciendo», aclaró el responsable autonómico en una entrevista publicada por ABC.
Salud cuenta con 178 equipos de vacunación compuestos por más de 500 enfermeros que han recibido formación específica para el manejo de vacunas contra el Covid-19.
De acuerdo con el cronograma de la Consejería, los primeros en recibir las dosis han sido los residentes y personal sociosanitario y sanitario que trabaja en los geriátricos y centros de atención a grandes dependientes. Y el segundo grupo que se está inmunizando es el de los profesionales sanitarios y sociosanitarios que están en la primera línea de batalla contra la pandemia. La administración de la primeras dosis de los grupos 1 y 2 se completará esta semana, coexistiendo con la tanda de segundas dosis (con una diferencia de entre 21 y 28 días) comenzada el pasado 16 de enero. Los siguientes en vacunarse son los grupos 3 (otro personal sanitario y sociosanitario) y 4 (grandes dependientes). El ritmo de inmunización va a depender de la llegada de la vacuna de Oxford AstraZeneca, menos frágil y más fácil de transportar, para ponerla a domicilio a los dependientes y mayores de 80 años, que constituyen el grupo 5.
A pesar de estas pautas, el portavoz parlamentario de Salud del PSOE, Jesús
María Ruiz, exigió ayer garantías de que se evitarán abusos y no tendrán acceso a la vacuna personas que no estén en los grupos prioritarios de vacunación. En relación a estas «sospechas», Ruiz solo se refirió a una noticia previamente desmentida de que un grupo de funcionarios de Granada se habría vacunado sin estar en grupos de riesgo, si bien se trataba en realidad de personal sanitario de inspección de residencias de mayores.
«Exigimos al Gobierno andaluz que ponga todas las dosis que tenga a su disposición, con transparencia, que digan a quien están vacunando, y que sigan el protocolo aprobado que establece los grupos de riesgo», declaró Ruiz. Anunció que su partido pedirá explicaciones en el Parlamento andaluz. tasa a la que se mira día tras día baja ya de los mil casos (diez veces menos en dos semanas), para recuperar una normalidad arrebatada por la irrupción del virus con un importante brote al que hubo que reaccionar.
Por eso, el alcalde, Bartolomé Madrid, ve fundamental en esa bajada la «responsabilidad» de sus vecinos porque «el confinamiento ha sido fundamental para cortar la transmisión comunitaria, luego hemos tenido el contagio intrafamiliar, pero ha sido fundamental cumplir las normas».
A pesar de todo, los momentos tan duros vividos llevan a la cautela y a la prudencia porque «el virus está a la vuelta de la esquina» y eso provoca que esa apelación a la responsabilidad se mantenga. «Yo espero que a finales de la semana que viene ya estemos a cero de casos activos porque desde el Área Sanitaria Norte me dicen que la cifra ahora mismo es muy baja, aunque es evidente que con la movilidad haya más peligro».